Alrededor de una mesa hay celebraciones, discusiones, conversaciones, declaraciones, negocios y mucho más. Se podría decir que la comida es simplemente una excusa para relacionarnos. Según Nancy Fabiola Martínez (2002), socióloga, “La comida crea lugares donde se entablan relaciones sociales que buscan generar una continuidad a través de experiencias compartidas. La inclusión a un banquete hace posible la comunicación entre aquellos que comparten la mesa, independientemente del bagaje cultural de los comensales”. No obstante, la vida moderna ha venido cambiando esta práctica.
Sentarse a compartir en una mesa cada vez es menos común. La rutina del día a día nos encierra y no nos da tiempo ni para comer. Entre más rápido mejor y si se puede pedir para llevar, fantástico. Y cuando encontramos un rato agradable para sentarnos a compartir una comida, el celular entra a jugar. Los correos, las fotos y las mil notificaciones de las diferentes redes sociales, nos encierran en una burbuja que nos impide relacionarnos con los demás. Todo esto ayuda a la explicación de lo que hoy es tendencia en el mundo de la gastronomía y ya está presente en varias ciudades del mundo: Los Restaurantes Desnudos.
El Bunyadi es el primer restaurante para desnudos en Londres, abrió sus puertas en junio del presente año con un concepto Pop-Up, es decir que abre por un periodo corto y luego se traslada a un nuevo lugar o ciudad. Con la apertura, 46.000 londinenses entraron en lista de espera para poder hacer una reserva. Pero, ¿Qué entusiasma a tanta gente sentarse a comer en un restaurante completamente desnudo?. La propuesta de este restaurante es brindarle al cliente una experiencia alejada de la vida moderna. Más especifico , el objetivo es “revisitar los comienzos, donde todo era fresco, libre e inalterado por la vida moderna” (Saiz, 2016). Teniendo eso en cuenta, el restaurante ofrece alimentos totalmente ecológicos, muchas preparaciones crudas. Lo que se cocina es en horno de leña, evitan la electricidad y de la iluminación se encargan las velas. La decoración también va muy de la mano de lo natural y por supuesto, los meseros atienden como Dios los trajo al mundo. A la entrada se le pide a los comensales que se quiten la ropa en unos vestidores y se les da un casillero para que guarden absolutamente todo, esto incluye el celular. El precio por persona en este restaurante está alrededor de las 60 libras esterlinas, unos 230.000 pesos colombianos. Un precio alto, que aparentemente muchos están dispuestos a pagar con tal de alejarse por un rato de la vida moderna en la viven. El Bunyadi no es el único, esta tendencia ya empieza a aparecer en lugares como Melbourne, Tokio, Milán y Nueva York.
Sin duda alguna, los restaurantes desnudos son una tendencia curiosa. A menos de que comer totalmente desnudo haga una gran diferencia, creo que una experiencia natural y lejos de la vida moderna, se puede vivir en el día a día. Todo está en respetar y aprovechar los espacios que se tienen alrededor de una mesa.
Bibliografía:
Rodríguez, C. (2016,agosto 24). Restaurantes desnudos, la nueva tendencia. Portafolio. Recuperado de : http://www.portafolio.co/negocios/restaurantes-desnudos-la-nueva-tendencia-499851
Saiz, Y. (2016, junio 6). La moda de comer desnudo aterriza en Londres. LAVANGUARDIA. Recuperado de: http://www.lavanguardia.com/comer/tendencias/20160610/402411220266/comer-desnudo-restaurantes-nudistas.html
Martínez, N. (2002). La arquitectura Social de la Comida. Recuperado de : http://www.azc.uam.mx/publicaciones/tye/arquitecturasocialdelacomida.htm
Aduriz, A. (2016, febrero 19). Comida Social. El País. Recuperado de: http://elpais.com/elpais/2016/02/18/eps/1455792440_621924.html
The Bunyadi: http://www.thebunyadi.com/