Camiones de comida, originarios de los Estados Unidos, cuyo modelo de negocio consiste en ser un restaurante rodante. Equipados con todo lo necesario para preparar lo que ofrecen, estos camiones no esperan a que los clientes lleguen a probar sus productos. Todo lo contrario, día a día, ellos salen en la búsqueda de sus comensales. Lo envidiable de este modelo es la movilidad. Si no se encuentra buena clientela en algún lugar, se prende el motor y se emprende la búsqueda de una mejor. Además, al tratarse de un restaurante rodante, se evitan la difícil búsqueda de un local bien ubicado y los altos costos de arriendo. También hay un gran ahorro en publicidad, puesto que la hacen con el original diseño del camión y publicaciones en redes sociales. Sin embargo, en Colombia no todo es color de rosa, el modelo de negocio de los Food Trucks no funciona como pasa en otros lugares del mundo.
En Colombia, no hay una regulación que permita la venta de comida en el espacio público. Debido a esto, para vender en la calle, los Food Trucks corren el riesgo de ser multados o sacados de los lugares donde se ubican. Otros cuantos, sufren también con el pico y placa y por eso se han tenido que adaptar a las circunstancias. Se ha vuelto común ver los camiones de comida en eventos, centros comerciales y en los denominados Food Truck Park. Estos son parqueaderos que arriendan entre varios Food Trucks para poder vender sin la angustia de que las autoridades les vayan a poner problema.
En los alrededores de la Universidad de los Andes, ya han abierto dos parqueaderos de Food Trucks con diferentes propuestas de comida para satisfacer a los estudiantes. El más reciente, “BlackJack Food Trucks” , cuenta con propuestas muy interesantes, en especial una de comida rápida colombiana. Estuve hablando con uno de los dueños, probando la comida y preguntándole su opinión respecto a la adaptación colombiana del concepto de los Food Trucks.
‘Equivocado’, es un Food Truck de comida rápida colombiana que rueda por las calles de Bogotá hace un poco más de un año. Su especialidad son los sándwiches en pandebono con preparaciones y salsas muy colombianas. Dentro de sus creaciones se destacan ingredientes como la guatila ó “papa de pobre”, que actualmente son poco valorados y muy nutritivos. Se caracterizan por sus buenas e salsas innovadoras, la mostaza de feijoa, el ají de banano o el suero de achiote son algunas de las que acompañan los sándwiches de pandebono. Tampoco se quedaron cortos de ideas para endulzar a sus clientes de la mejor manera. Los crepes de choclo con nutella, bocadillo ó mantequilla de maní son una verdadera delicia. Y lo mejor de todo es que todas las preparaciones se hacen en el camión día a día, incluyendo los pandebonos. Tuve la oportunidad de hablar con uno de los socios y a continuación comparto la entrevista:
- ¿ De dónde sale la idea y por qué comida rápida colombiana?
R: Juan Carlos “ Queríamos tener un producto diferente, que le hiciera competencia a la hamburguesa. Se nos ocurrió la idea de la comida colombiana, pero teníamos el inconveniente de que tenía que ser rápido, que se pudiera comer con una mano, parado y que fuera algo de buen tamaño. Esa era la idea pero la comida colombiana para almorzar es bandeja paisa, ajiaco y es algo que jamás se va a poder comer con una sola mano y parado. Entonces empezamos por las preparaciones, elaboramos una carta de salsas y luego miramos que acompañaba bien las salsas. Entonces salió la posta negra cartagenera y de ahí intentamos suplir la mayor cantidad del mercado con el cerdo, el pollo, el atún y un menú vegetariano. Finalmente, miramos en qué envolverlo. Buscando entre lo colombiano y como los productos que teníamos eran dulces, queríamos algo que lo balanceara y le diera esa combinación de salado dulce, pensamos en el pandebono y nos gustó mucho”.
- ¿ De dónde sale la idea de la imagen del camión?
R: Juan Carlos: “Somos colombianos pero no queremos ser la colombianada como Andrés con el Divino Niño y la mata de sábila, sin desmeritarlo. Lo colombiano no es simplemente la colombianada. Lo colombiano es lo que creemos, un poco de arte, nos gustan las cosas nuevas, estamos innovando y somos personas que tenemos buen gusto. Por eso nuestra imagen es una bandera de Colombia sin ser la bandera de Colombia. Tenemos los colores en diferentes tonalidades con un diseño moderno”.
- ¿Dónde estaban antes de llegar a los Andes?
R: Juan Carlos: “ Estuvimos vendiendo en la calle un año pero nos ponían mucho problema, en el World Trade Center me pusieron dos foto-comparendos. Además, la gente de los restaurantes es muy celosa y nos mandan la policía. Acá la regulación no permite que funcionemos como en Estados Unidos. Entonces nos fuimos a una plazoleta en Chía. Aunque no tenía mucho volumen de ventas nos gustó mucho trabajar ahí por la tranquilidad de no tener problemas en la calle. Lastimosamente nos toca pagar un arriendo para trabajar en paz y últimamente la gente se aprovecha porque los Food Trucks están de moda y cobran unos arriendos súper duros. Uno termina trabajando para pagar un arriendo”.
No hay duda alguna que el concepto de los Food Trucks está mal diseñado. Trabajar para pagar un arriendo no es la finalidad de estos camiones, que en Colombia pierden la gran mayoría de las ventajas que se le atribuyen a este modelo de negocio. Si está pensando en montar uno, piénselo dos veces, la diferencia con un pequeño local puede no ser muy grande y hasta mejor. Junto con @sichefuniandes estuvimos probando los sándwiches de pandebono. Los invito a seguir la cuenta en Instagram para ver la reseña de la comida.
Bibliografía:
Rivas, M. (2016, abril 15). De pronto, los colombianos no entendemos el concepto del “food truck”. VICE. Recuperado de: http://www.vice.com/es_co/read/food-truck-bogota-comida
(2015, Julio 27). Monte un Food Truck con $60 millones y ventas diarias de $300.000. La República. Recuperado de: http://www.larepublica.co/monte-un-food-truck-con-60-millones-y-ventas-diarias-desde-300000_281486
(2016, septiembre 21) Entrevista con Juan Carlos, Socio de Equivocado.