Foto tomada de: https://tuagro.com/huila-sigue-siendo-el-rey-de-la-piscicultura/
Autor: Samuel Vallejo Gómez.
En el vibrante mundo de la piscicultura colombiana, donde la tilapia y otras especies están transformando la economía, se revela una historia fascinante de crecimiento y desafíos. La clave para desbloquear el verdadero potencial de este sector radica en la exportación y la acuaponía, dos fuerzas que no solo abren nuevos mercados, sino que también promueven prácticas sostenibles y eficientes.
La piscicultura, o cultivo de peces, se ha consolidado como una actividad económica vital en Colombia, posicionándose como uno de los sectores agroindustriales con mayor proyección en el país. “Colombia cuenta con una ubicación geográfica privilegiada, que incluye una amplia red hídrica y condiciones climáticas relativamente estables a lo largo del año, lo que genera un potencial aún mayor para el desarrollo de la piscicultura, según el portal Colombia verde”. Este artículo pretende explorar el estado actual de la piscicultura en Colombia y analizar por qué la exportación y la acuaponía son esenciales para el crecimiento y sostenibilidad de esta industria.
El cultivo de peces en Colombia desempeña un papel importante en la economía del país. Entre 2012 y 2021, la producción acuícola aumentó un 116%, pasando de 89.064 toneladas a 192.521 toneladas (ITM, 2023). En términos de volumen, la piscicultura en Colombia se compone en un 58% de tilapia, un 19% de cachama, un 16% de trucha, y el 7% restante corresponde a otras especies (SA, 2022). Según datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la producción piscícola ha crecido a un ritmo constante gracias a inversiones tanto del sector privado como del gobierno. Además, Colombia es uno de los principales productores de tilapia, trucha y cachama, generando alrededor de 57.756 empleos directos y 173.269 indirectos, principalmente en los departamentos de Huila, Meta, Tolima, Antioquia y Valle del Cauca (ITM, 2023), donde las condiciones climáticas son favorables para el cultivo.
Colombia tiene un enfoque diversificado en la piscicultura, abarcando una variedad de especies producidas. En particular, la tilapia, una especie adaptable y de alta demanda, ha encontrado un nicho importante tanto en el mercado interno como en el internacional. En estas ventajas están precios estables, donde un kilo de pescado entero cuesta unos 15.000 pesos colombianos. El consumo de pescado en Colombia según la AUNAP (2020) es de media de 7,8 kg/año, en el que participan en igualdad de condiciones los productos de la pesca artesanal (14%) e industrial (24%), y los de cultivo (61 %) donde destaca el consumo de Tilapia–Mojarra con un 55%. Lo anterior, siendo la principal razón que motiva el consumo de acuerdo con el artículo, “Huila sigue siendo el rey de la piscicultura”. No obstante, los costos de producción continúan elevándose y las utilidades siguen siendo inferiores. Por tal razón, la gran mayoría de los productores están aumentando su volumen de producción para mejorar también el margen de utilidad.
A pesar de estas cifras alentadoras y de los numerosos avances, la piscicultura enfrenta desafíos, como la falta de infraestructura adecuada y limitaciones en el acceso a tecnología avanzada, lo que puede obstaculizar su crecimiento a largo plazo.
La exportación se presenta como un factor determinante para el desarrollo del sector piscícola en Colombia. En primer lugar, la exportación facilita la diversificación de mercados y disminuye la dependencia del consumo interno, algo crucial dadas las circunstancias actuales donde la demanda local podría no ser suficiente para absorber el aumento en la producción. En segundo lugar, al ingresar a mercados internacionales, los productores colombianos pueden aprovechar precios más favorables y mayores volúmenes de ventas, lo que a su vez incrementa la rentabilidad del sector. Las exportaciones de Tilapia tienen como principal foco el mercado de “Estados Unidos con una concentración del 95,31% y en la diversificación de mercados y de producto como es el caso de producto entero fresco, se ha dado apertura a mercados como Perú con 2,56%, Reino Unido con 1,44% y España con 0,28% de participación para el año 2020” (Bonilla, 2021).
La empresa Piscícola Botero, fundada por Efraín Botero Rendón en 1990 en el departamento del Huila, es un gran ejemplo de cómo la exportación incentiva la adopción de mejores prácticas y estándares de calidad. Los mercados internacionales, especialmente en regiones como Norteamérica y Europa, exigen altos estándares en términos de sostenibilidad, inocuidad alimentaria y trazabilidad. Esta empresa, con más de 30 años en el mercado, ha exportado tilapias enteras y filetes durante 15 años, logrando cumplir con estas exigencias y destacándose en el ámbito internacional.
Foto tomada de: https://www.botero.com.co/
Con un enfoque en la producción sostenible y la calidad de sus productos, Piscícola Botero ha logrado consolidar su poder de mercado, construyendo lazos de confianza tanto con consumidores internacionales como nacionales. Solo en 2022, la empresa exportó un total de 2,794 toneladas entre filetes y tilapias enteras, demostrando un crecimiento constante en su presencia en el mercado internacional. Esto enfatiza que, a través de la acuicultura sostenible, es posible generar productos de alto valor, lo que les permite ser bien acogidos en el extranjero.
Foto tomada de: https://fedeacua.org/files/acuicultores_8-comprimido.pdf
Para cumplir con estos requisitos, los productores colombianos se ven obligados a modernizar sus procesos, lo que contribuye a elevar la calidad de la producción nacional. En este sentido, la exportación no solo abre nuevas oportunidades de mercado, sino que también impulsa la mejora continua del sector.
Otro factor determinante para el desarrollo del sector piscícola en Colombia es la Acuaponía, donde los productores pequeños, medianos y grandes pueden diversificar sus ingresos al combinar la producción de peces con el cultivo de plantas. Esta diversificación es especialmente valiosa en Colombia, donde los pequeños y medianos productores pueden beneficiarse de un flujo de ingresos más estable y menos dependiente de un solo producto. Además, uno de los retos más importantes de la piscicultura tradicional es el manejo de los desechos de los peces, los cuales pueden contaminar las fuentes de agua cercanas. En el sistema acuapónico, estos desechos no solo se reducen, sino que se transforman en un recurso útil. Los nutrientes que contienen se aprovechan para nutrir las plantas, lo que disminuye la dependencia de fertilizantes químicos y reduce la liberación de contaminantes al entorno natural.
Es importante destacar los múltiples beneficios nutricionales que ofrecen los peces provenientes de sistemas acuapónicos. De acuerdo con Fedecauca, los peces son ricos en proteínas de alta calidad y contienen ácidos grasos, como el omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular. Además, son bajos en grasas saturadas y constituyen una buena fuente de vitaminas, como la B12, y minerales, como el fósforo y el selenio. Por último, al ser criados en un entorno controlado, los peces de acuaponía están libres de contaminantes y químicos, lo que asegura un producto más limpio y seguro para el consumo humano.
Por último, en el artículo escrito por Fedeacua, se menciona el “Sistema de recirculación acuícola”. Este sistema fue evaluado en proyectos de investigación que involucran policultivo de tilapia nilótica, capaz y pimentón en diferentes estaciones piscícolas, como en la Estación Piscícola del Alto Magdalena. Lo anterior evidencia un caso de éxito en Colombia al combinar la producción piscícola tradicional de peces con los nuevos sistemas acuapónicos.
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La piscicultura en Colombia tiene un futuro prometedor, impulsada por condiciones naturales favorables y un creciente interés en la acuicultura como fuente de ingresos y empleo. Para que el sector alcance su pleno potencial, la exportación se presenta como una solución viable al abrir nuevos mercados y elevar los estándares de producción. Además, la acuaponía surge como una oportunidad significativa para transformar el sector piscícola en Colombia, al aprovechar beneficios como la eficiencia hídrica, la reducción de impactos ambientales y la diversificación de ingresos.
Referencias Bibliográficas:
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Bonilla, S. (2021). PROYECTO GMAP COLOMBIA ANÁLISIS DE MERCADOS ACUICULTURA EN COLOMBIA Camarón de Cultivo (Tumaco, Nariño) y Tilapia (Huila). ONUDI. Recuperado de: https://www.colombiaproductiva.com/PTP/media/documentos/Sectoriales/PuntoAqua/Capacitaciones/Analisis-de-Mercados-Acuicultura-GMAP-Colombia-VNoviembre-4.pdf
Fedecauca, (2023). Acuicultores. Federación Colombiana de Acicultores, Fedecauca. Recuperado de: https://fedeacua.org/files/acuicultores_8-comprimido.pdf
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SA, (2022). Huila sigue siendo el rey de la piscicultura. TuAgro. Recuperado de: https://tuagro.com/huila-sigue-siendo-el-rey-de-la-piscicultura/
Toro, J. (2021). La técnica de acuaponía podría fortalecer la seguridad alimentaria y proteger el agua. Agro Negocios. Recuperado de: https://www.agronegocios.co/agricultura/la-tecnica-de-acuaponia-podria-fortalecer-la-seguridad-alimentaria-y-proteger-el-agua-3191171