Autor: Santiago Nates Sierra.
Colombia tiene un déficit de vías y una deuda con su población. Son muchas las actividades económicas que se desarrollan en los llanos orientales de Colombia; ganadería, agricultura, turismo, etc. Sin embargo, la afectación con el tiempo ha sido grande pues no se ha logrado conectar vialmente los principales municipios de los llanos con los principales puertos marítimos de Colombia.
Desde el año 2022, Colombia tiene una red vial estimada de 205.745 km de carretera de los cuales 18.323 km corresponden a la red primaria (9%), 45.137 km a la red vial secundaria (22%) y 142.284 km (69%) que pertenecen a las vías terciarias. Sí se estudiase con un mapa geográfico del país veríamos como el Estado no ha desarrollado la cantidad de vías necesarias para conectar al país de Este a Oeste, atravesando las principales cordilleras del país. Casi todas las vías de Colombia evitan este trayecto y se conectan de polo a polo, sur a norte, aumentando fuertemente los tiempos de trayecto y distancias de desplazamiento, se ha manifestado una inconformidad grande en el país por la falta de visión y desarrollo vial en este aspecto.
¿Alguna vez se ha intentado o logrado algo?
“Inicia proceso para carretera que unirá al Valle del Cauca con los Llanos Orientales” (El Nuevo Día, 2015). Así pronunciaban con emoción los periódicos la noticia acerca de la creación de la famosa vía que desembotellaría a los llanos orientales y los conectaría con el comercio exterior de manera eficaz. Lastimosamente, a la fecha, no existe noticia que de seguridad sobre el avance que lleva la construcción de esta vía. Cuando se le pregunta al exvicepresidente Vargas Lleras no se obtiene información relevante del tema. “Con esta Autopista, los Llanos Orientales estarían mucho más cerca al Pacífico Colombiano por el Valle del Cauca, lo que representará en recorridos de ida y vuelta grandes ahorros de tiempo, combustible, insumos y aumento de la calidad de vida, productividad y competitividad no solo regionales sino de todo el país” expresó el vicepresidente de 2015. Cuando una acción vale más que mil palabras.
Años más tarde y aprovechando la crisis vial en Colombia para la fecha, en 2017 el gobierno anuncia por medio de un comunicado que la construcción de la vía Buenaventura – Llanos Orientales será prioridad (El País, 2017). “El Plan Maestro de Transporte espera tener listos los estudios, diseños y la estructuración del esquema financiero durante esa vigencia. Grandes expectativas.” Son 1.409 km de distancia entre el puerto del pacífico y Puerto Carreño en Vichada, en un momento pensados para el tránsito nacional de particulares también. Sin embargo, con los gobiernos de paso y la alternativa de ferrocarriles se abrió un nuevo debate que tiene totalmente paradas las obras.
El ferrocarril.
Conectar Buenaventura con Puerto Carreño es la gran tarea pendiente para la integración del territorio colombiano. El desarrollo vial del país ha tenido características principales. La primera es que se ha concentrado en conectar al centro del país con la Costa Atlántica y los valles medios de los ríos Magdalena y Cauca. Dos excepciones han sido la nunca terminada carretera a Buenaventura y la complicada e incompleta vía a los Llanos que solo llega hasta la mitad de la Orinoquía. El centralismo es una corrupción en el desarrollo. Para ir de Buenaventura a Villavicencio y los llanos hay que pasar por Bogotá. Para exportar productos del suroccidente del país a Venezuela hay que pasar el Canal de Panamá, o resignarse al largo recorrido hasta Cúcuta, de nuevo pasando por Bogotá.
Las vías férreas totalmente abandonadas pero en excelente estado representan una gran alternativa para solucionar este problema. El debate se nutre con argumentos a favor la carretera como la reducción en costos de construcción, velocidad para acabar la obra, posibilidad de conexión con vías secundarias y terciarias de diferentes regiones, y la flexibilidad que brinda para la movilidad de carga y pasajeros. Por otra parte, están los argumentos que invitan a unos lineamientos verdes para que la infraestructura vial enfrente el cambio climático (Ministerio de Ambiente, 2023).
“La infraestructura de transporte tiene que empezar a adecuarse a esos nuevos contextos de cambio climático, tiene que ser un factor que haga que los territorios sean más resilientes, sociales ambientalmente y no un factor que genere nuevos riesgos ambientales para el país” – Susana Muhamad, Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
La importancia y sobre todo las posibilidades de la Orinoquía para el desarrollo agroindustrial del país son bien conocidas. Son más de 9 millones de hectáreas subutilizadas en ganadería extensiva, donde se puede cuadriplicar el hato ganadero y aumentar la producción de alimentos para reducir el hambre en Colombia y generar excedentes de exportación para mercados que hoy lo están demandando. La conexión Pacífico – Orinoquía es una necesidad urgente e inaplazable. Ya es más de una década de conversaciones, planeaciones y cero acciones.
Una deuda que los colombianos tenemos con el territorio y su población. Los grandes países han logrado mejorar su desarrollo económico y social, principalmente, gracias al desarrollo vial que les permitió conectar las regiones y poblaciones, las producciones con los consumidores y la información con la verdad.
Referencias Bibliográficas.