Ellos son Eva y Orlando:
Eva y Orlando son un claro ejemplo de una vida sana, sin estrés, comiendo saludable lo hace que las personas envejezcan lentamente y sean más sanas. Ya que ellos se ven más jóvenes y fuertes de lo que son. Eva tiene 59 años, tiene 8 hijos, pero 7 embarazos ya que tuvo gemelas. Ha vivido toda su vida en el campo, nació en Cartago – Valle y muy joven se fue a trabajar a las afueras de Manizales en una finca cafetera. En ésta sus labores diarias eran recoger café y cocinar para 8 trabajadores y los dueños de la finca. Sus primeros 6 hijos fueron de dos padres diferentes, y sus últimas dos niñas son de Orlando; estastienen 21 y 19 años yestudian contaduría en Manizales.
Orlando nació en Sonsón – Antioquia, tiene 70 años, pero todavía tiene fuerza para cargar bultos de naranjas, subir la loma y bajar papayas y guanabanas, y arrear el ganado por las montañas. Él tiene 5 hijos, y se conocío con Eva en Manizales. Ellos llevan trabajando en la finca 12 años. Con Eva normalmente converso cuando está cocinando, y hace poco le pregunté cómo hacía para estar tan conservada habiendo tenido tantos hijos. Ella me explicó que nunca en su vida trasnocha, se despierta a las 4:00 am hace mucho ejercicio caminando la finca, trata de que no le dé el sol directamente a la cara para no arrugarse y que, sobre todo, su dieta es muy balanceada y comen muchas frutas y verduras.
Eva y Orlando son las dos personas que riegan la huerta por la mañana y al atardecer.
Paso ahora a relatar el estado de la huerta. Esta últimamente ha tenido problemas.En general las hortalizas han crecido, unas más rápido que otras.Un verano muy fuerte azota la zona y hace 2 meses no llueve, por esto Eva y Orlando han tenido que regar con agua del río la huerta, afortunadamente el rio nos queda cerca.
A continuación voy a explicar los 3 principales problemas que la huerta ha tenido y la forma de solucionar estos problemas.
- Los gusanos que se han estado comiendo las hortalizas en especial la rugula y la espinaca.
Como se puede observar en las imágenes, las hojas de las hortalizas están mordidas por los gusanos y a simple vista se pueden ver gusanos en las plantas. Para solucionar este problema llamé a mi abuela, ya que siempre son buenos los consejos de abuela para la huerta y jardinería. Le conté lo que estaba sucediendo y me dio dos recomendaciones, la primera era que quitara las hojas más mordidas por los gusanos y la segunda que hiciera un insecticida casero.
Mi abuela me explicó que habían varios tipos de insecticidas caseros, por ejemplo, machacar ajo y ají y regarlo alrededor de las plantas, o machacar ajo con una cucharada de aceite mineral (aceite Johnson) y una cucharadita pequeña de jabón blanco rallado. Decidí usar 3 ajos enteros machacados, para solucionar este problema, ya que como mis plantas están próximas a ser recogidas no quiero contaminarlas con aceite o jabón.
- El pasto y la maleza que han crecido en la tierra se ‘roban’ los nutrientes del suelo.
Este segundo problema es muy común en todas las huertas, ya que siempre en el suelo crece pasto, treboles y maleza. El problema de permitir estas pequeñas plantitas en la huerta es que se alimentan al igual que las hortalizas de los nutrientes de la tierra y absorben el agua del suelo.
Para no permitir que esto sucediera debí haber limpiado y preparado la tierra mejor antes de haber transplantado los semilleros a la huerta. Antes de trasplantar las semillas germinadas debí haber movido la tierra lo suficiente para sacar las raíces previamente existentes, además en la medida que iba creciendo esa maleza debí haberlo eliminado para no dejarlo crecer tanto como lo está hasta hoy.
La solución a este problema fue arrancar la maleza manualmente. Como se puede ver en las fotos la huerta es grande, tiene aproximadamente 24 metros cuadrados, por esto, me demoré alrededor de tres horas con la ayuda de Eva quitando cuidadosamente la maleza sin arrancar las plantas pequeñas de alguna de las hortalizas que yo sembré.
- Las piedras de la tierra que han obstaculizado el crecimiento de semillas pequeñas.
Al estar arrancando la maleza y pasto del suelo me encontré con varias piedras en el camino, y fue muy triste hallar debajo de algunas piedras pequeñas semillas germinadas que no pudieron crecer porque fueron aplastadas por las piedras. Esta situación se hubiera podido evitar desde el principio si yo hubiera limpiado muy bien el terreno donde iba a sembrar. Como esta es mi primera experiencia con la huerta yo no lo sabía y no fui tan cuidadosa con las piedras, pero ahora me doy cuenta que sí es fundamental prestarles mucha atención a la preparación del terreno.
Ahora ya no hay forma de solucionar el problema ya que algunas plantitas murieron, sin embargo, cuando veo piedras dentro de la huerta las saco.
En general la huerta está creciendo sana y fuerte, además a una velocidad que jamás me hubiera imaginado, ya que en tan solo par de meses ya vamos a recoger la primera cosecha. Es por esto que el próximo diario lo dedicaré a reconocer cuando las verduras están listas para ser recogidas y al modo de cosecharlas.