Como dice el refrán “vísteme despacio que estoy de afán”. No digamos que el campo perdió porque el Acuerdo se demorará un poco más. Lo mejor es proponer los correctivos. Una realidad es que en las zonas cocaleras donde las FARC tienen una presencia fuerte arrasó el “sí” en el plebiscito. Estas zonas coinciden con lugares donde medios como La Silla Vacía comprobaron que las FARC han presionado en varias ocasiones para tener ciertos resultados electorales. Lo cierto es que los cultivos se han ido aumentado debido a la ausencia del Estado. Corregir esto debe ir más allá de sustituir cultivos y lo que debe ocurrir es que haya unas condiciones donde el Estado llegue para quedarse y no que los campesinos sean presionados por uno u otro actor armado. Esto ya se hizo en regiones como Montes de María o Sumapaz los cuales son casos de éxito que prueban que el Estado puede ganar con inversión. Lo primero debe ser crear la infraestructura para conectar estos lugares con el resto del país y así reducir los costos de transporte. Para esto, se deben evitar peajes excesivos y financiarlo directamente con regalías.
Las dichas regiones fueron azotadas por los grupos armados ilegales. En el caso de Montes de María esto fue causado por los paramilitares que controlaron la región. Luego de su desmovilización y para evitar la entrada de nuevos grupos, el Estado creó alternativas para los campesinos y hoy día hay empresas con grandes latifundios y cooperativas campesinas en esta que producen tabaco y otros productos. Ya que lo que se hizo fue crear las condiciones para volver competitivo este lugar, esto será posible en otros sitios similares.
Proponer este correctivo de un plan de vías terciarias en los acuerdos con las Farc es necesario para quitarles el control de ciertas zonas. Para las elecciones de segunda vuelta presidencial, se confirmó que las Farc presionaron en varias zonas de Nariño para votar por Juan Manuel Santos. Curiosamente, en estas mismas zonas (El Rosario, Providencia y Samaniego en Nariño) los resultados de segunda vuelta y de los votos por el “sí”, fueron idénticos. Esto se repite en lugares con alta presencia de cultivos ilícitos como Tibú o en el Putumayo. Con los cultivos ilícitos en alza, lo más probable es que haya presión futura por parte de algún grupo armado para las elecciones. Es por eso que un plan de vías hará que el Estado recupere el control de estas zonas para garantizar procesos electorales limpios y sin presión de ningún grupo armado ilegal.
Lo planteado en el Acuerdo deja mucho que desear en este sentido. En primer lugar, las Farc afirman que ellos tienen una relación lejana con la producción de droga en Colombia, cosa falsa así. En segundo lugar, los acuerdos en sus páginas 89 Y 90 hablan de un proceso de sustitución donde se deben crear “condiciones de bienestar” pero no se especifica el proceso para esto. Si se remite uno a la parte rural del Acuerdo, aunque se habla a fondo de elementos como el Fondo de Tierras, sólo se enumera la infraestructura como elemento importante en el campo en la página 10 en el punto de integralidad.
Sólo a manera de anécdota, en El Salvador cuando el gobierno construyó una autopista por la mitad de la selva, el FMLN perdió su retaguardia estratégica, contribuyendo a su derrota final. Siendo la infraestructura uno de los problemas históricos del agro colombiano, sorprende que una guerrilla que se ha empeñado en destruirla, no profundice en su modernización. Para que el Acuerdo de verdad sea integral, propongo que se creen unos planes viales parecidos a los 4G donde se plantee conectar lugares como el Putumayo, Tibú, zonas del Nariño y del Chocó a las principales vías de comunicación nacional. Incluso se podría plantear que de la fortuna de 33 billones de pesos de las FARC, se financie una parte. De esta manera, el Estado mejorará la competitividad de estas regiones, habrá empleo y además creará lo básico para poder llevar otros elementos tales como servicios públicos a estas zonas.
Este plan de vías terciarias traerá muchas ventajas a estas regiones. Las 4G cuestan más de 112 billones de pesos o casi 15% del PIB, por lo cual un plan de vías terciarias aportaría un monto del PIB en regiones apartadas de los centros urbanos. De igual manera, sería una oportunidad de corregir los problemas estructurales del campo como lo es la conectividad con los centros urbanos. Sólo para poner un ejemplo, si se arreglaran las vías terciarias entre Yopal y Sogamoso además de mejorar esta vía, la vía Bogotá-Villavicencio se descongestionaría significativamente y además los productores de Arauca, Vichada y Casanare tendrían otras opciones para enviar sus productos a Bogotá vía Boyacá. Los ahorros en costos se verían reflejados en los precios de los alimentos y el empleo en estos lugares aumentaría significativamente durante la construcción de las mismas.
Es importante que la financiación sea realista. Si se ponen demasiados peajes como en algunas vías de Colombia, se encarecerán los productos. Por lo tanto, el gobierno puede destinar una parte de las regalías para esto. Ya que hace poco se pasó una ley poniéndole altos impuestos a las bebidas alcohólicas, lo mejor sería destinar estos recursos a mejoras de las vías terciarias. Es así que aunque haya un aumento del costo de bebidas como el aguardiente, las mejoras en su transporte podrían compensar el alza de precios. Otra opción sería destinar ciertos montos (i.e. 3% del presupuesto departamental) para la mejora de las dichas vías. Lo cierto es que estas son poco rentables para los consorcios, por lo cual no es seguro que haya APPs, pero es necesario que el Estado busque los recursos para darle un empujón a los productores locales, recupere el control de las zonas cocaleras y ayude a que la sustitución de cultivos tenga alternativas viables más allá de un precio alto de la cocaína.
Para concluir, esta oportunidad de corregir una de las fallas estructurales del agro no se puede desperdiciar. No se puede afirmar como dicen varios que el agro perdió en el plebiscito. Al contrario, si se logra superar este atraso vial, habrá valido la pena la espera. Construir carreteras es una forma de presencia estatal y de quitarle el control de territorios a los violentos. Es por esto que aunque unas APP son poco factibles, usar fuentes de financiación tradicionales y ponerle un orden al gasto estatal serán efectivos para efectuar estos cambios.
Adicional a esto se plantean algunos correctivos para ayudar a destrabar el Acuerdo
- El Lunes 10 de Octubre, más de 400 empresarios enviaron una carta al gobierno donde dicen estar a la orden para destrabar los mismos ¿Por qué no amnistiar rápidamente a la denominada guerrillerada de las Farc (5700 integrantes aproximadamente, sólo culpables de rebelión) y que estos empresarios les den trabajo en su empresa? No serían grupos muy grandes (en promedio 15 por empresa) y se les daría una opción de trabajo digno a estas personas. Estoy seguro de que pueden ayudar en cosas como hacer caminos por plantaciones o de guardabosques
- Uno de los problemas de esta solución es la vivienda de los mismos. En vista de la gran afluencia de personas que fueron a las marchas de Octubre 5 de 2016 para motivar al gobierno a seguir buscando un acuerdo¿Por qué estas personas no se proponen como voluntarios para darles un albergue en sus hogares
- Con el fin de ubicar a estas personas en el mercado laboral el Ministerio de Trabajo podría tratar de coordinar programas específicos para que el proceso sea lo más pronto posible y así ahorrarle costos al Estado sobre la manutención de la dicha guerrillerada en el post acuerdo.
- Con estas pequeñas propuestas se busca dar algunas soluciones muy simples (15 personas nuevas para empresas grandes no es tanto) y si al menos una de estas es tenida en cuenta, habrá valido la pena.
Es bueno saber: ¿Por qué está mal usar frases como “millones y millonas”, “todos y todas”?
Muchas de las lenguas romances usan el plural masculino para incluir a varios géneros y así hacer uso de la economía lingüística. Tal caso es el del español “nos fuimos de paseo”, el occitán “totes los passatgiers son tristes” (todos los pasajeros son tristes) o el francés “ils sont étudiants” (ellos son estudiantes). Ya que el masculino es el género no marcado es correcto usarlo y así ahorrarse frases como “los trabajadores y las trabajadoras”, ya que se puede caer en errores como “los libros y libras”, etc. Esto se trae a colación ya que el Acuerdo tiende a caer en esto error en muchos lugares (i.e. “comunidad-hombre y mujer-“, “líderes y lideresas”), por lo cual se recomienda corregir la redacción para tener economía del lenguaje.
Bibliografía:
El Espectador. 17 de Noviembre de 2015. La paz pendiente de los Montes de María. Recurso en línea. Recuperado en http://www.elespectador.com/noticias/actualidad/vice/paz-pendiente-de-los-montes-de-maria-articulo-599897
La Silla Vacía. Las 80 tundas de Santos a Zuluaga. Recurso en línea. Recuperado en http://lasillavacia.com/historia/historia-municipios-atipicos-47997
Registraduría Nacional del Estado Civil. Resultados del plebiscito. Recurso en línea. Consultado en http://plebiscito.registraduria.gov.co/99PL/DPL23115ZZZZZZZZZZZZ_L1.html
Acuerdo entre el gobierno colombiano y las Farc. Recurso en línea. Consultado en https://www.mesadeconversaciones.com.co/sites/default/files/24_08_2016acuerdofinalfinalfinal-1472094587.pdf
El Espectador. 4 de Octubre de 2016. Licores, las nuevas regalías. Recurso en línea. Recuperado en http://www.elespectador.com/noticias/economia/licores-nuevas-regalias-articulo-658552
El autor aclara que apoya al gobierno y a los voceros del NO a seguir persistiendo en la renegociación de los acuerdos y que le pesa mucho no haber podido ir a las dichas marchas, ya que no sabía de estas.