Siempre nos sobran palabras para sacar a relucir la riqueza propia de nuestro país. Recordémoslas aquí un poco. Colombia es el tercer país en variedad de especies animales vivas. Es primero en variedad de aves; 1876 especies registradas de las cuales representan el 60% de las especies suramericanas (DANE, 2007). Es el segundo país en variedad de anfibios, alrededor de 80 especies, da las cuales 350 son endémicas. Tercer país con mayor número de especies de reptiles, alrededor de 500 especies. Cuarto país con mayor cantidad de mamíferos; 456 especies. Quinto en primates; cerca de 30 especies. Tenemos 3000 especies de mariposas y 1200 especies marinas (SiB Colombia). Pero también, como dicen los viejos libros de historia, tenemos 6 regiones naturales, tenemos dos mares, 3 cordilleras, tenemos valles, ríos, desierto, selva, páramo, montaña. Tenemos carnavales, vallenato, currulao, salsa, cumbia.
No menospreciable, pero insuficiente, estas cifras nos revelan datos. Sí, datos. Pero detrás de esas cifras hay un elemento más importante. Tenemos diversidad en nuestra gente, lo cual es propio de un país tan diverso y rico en flora y fauna. En Colombia residen 87 pueblos indígenas identificados plenamente. Se hablan 64 lenguas amerindias, existen dialectos que se agrupan en 13 familias lingüísticas. También tenemos comunidades negras o afrocolombianas; en el pacífico colombiano, raizales de San Andrés Providencia y Santa Catalina, comunidades palenqueras y las poblaciones en las grandes ciudades (DANE, 2007). Junto a estas comunidades que pertenecen a las minorías étnicas, nos encontramos la mayoría étnica, con la mejor particularidad y es convivir con estas minorías en un mismo territorio. Vivimos en los departamentos, en las ciudades, en los municipios, en las veredas, en los corregimientos, mejor en todo el territorio. Más allá de compartir un territorio, tenemos que entender que lo más importante es convivir. Convivir es entender la presencia del otro, entender su cultura, su religión, sus creencias, sus aspiraciones. Enriquecedor es poder sentir tantas diferencias, pero sentir al mismo tiempo una unidad, unidad alrededor de la tierra, de la cultura, de la música, de las emociones, de las alegrías y de las tristezas.
La invitación que hago, teniendo en cuenta el contexto en el que nos encontramos, es a que esta es la oportunidad para empezar a conocer nuestra tierra, mi invitación es a que nos acerquemos como conciudadanos, como miembros de una misma tierra, de un mismo país. Entendamos y hagámonos entender. Conozcamos y dejémonos conocer. Tenemos que primero aprender a querer nuestro país y nuestra gente, para así empezar a construirlo.
Bibliografía
DANE. (2007). Colombia una Nación multicultural Su diversidad étnica. Obtenido de https://www.dane.gov.co/files/censo2005/etnia/sys/colombia_nacion.pdf
SiB Colombia. (s.f.). Biodiversidad en cifras. Obtenido de http://www.sibcolombia.net/biodiversidad-en-cifras/