Es cada vez más frecuente y relevante para los sectores que tradicionalmente se han mantenido al margen, apoyar e incidir en procesos de conservación.
De igual forma, la manera como se identifican y designan áreas y ecosistemas para la conservación o para llevar a cabo procesos que contribuyan al mantenimiento de la biodiversidad ha cambiado. Hoy en día hay gran desarrollo conceptual, metodológico y tecnológico, que permite la planificación sistemática de las iniciativas de conservación y de esta manera potenciar los efectos de las actividades planteadas. Al planificar la conservación, partiendo de la mirada territorial inicial, se ubican los elementos que en la escala del paisaje dan cuenta de la integridad ecológica de los ecosistemas, foco de los esfuerzos de conservación. Esto quiere decir que, atendiendo a la naturaleza jerárquica y anidada de los sistemas biológicos, es necesario implementar acciones de conservación en el sitio mismo donde se encuentran los objetos-objetivos de interés y determinar su contexto ecosistémico, para definir cuál es el área, paisaje o territorio que es necesario delimitar en la búsqueda de la mejor opción de conservación.
Bajo este marco, Ecopetrol y el Instituto Alexander von Humboldt, firmaron en 2009 el convenio 206, el cual se basó en esta aproximación espacial de análisis para la conservación. Partiendo de la mirada territorial (Magdalena Medio y Llanos Orientales) se seleccionan áreas piloto en escala detallada, incluyendo en ellos los elementos del paisaje que contribuirán al mantenimiento de la biodiversidad. En particular, el objeto del proyecto fue identificar ecosistemas prioritarios en el Magdalena Medio y Llanos Orientales, y definir lineamientos para su conservación. Uno de los métodos para conservar efectivamente estos ecosistemas es mediante la evaluación de metas y prioridades de conservación que, basándose en la mejor información científica que existe, permite establecer valores mínimos de conservación. Para hacer el proceso más efectivo hacia las metas definidas, se establecieron prioridades tanto para ecosistemas como para especies, así finalmente se obtuvo una serie de zonas en orden de prioridad con unas metas de conservación asignadas, lo que permite tomar decisiones relacionadas con su conservación y manejo.
El objetivo del Instituto Humboldt en un proyecto como este, es proporcionar información que permita a los tomadores de decisiones de la empresa de hidrocarburos, planificar su desarrollo para evitar poner en riesgo los ecosistemas, las especies y los servicios ambientales que de ellos dependen. Para Ecopetrol , este proyecto se formula como parte de su Política de Responsabilidad Social Empresarial, a través de su Programa Corporativo de Biodiversidad, y representa un compromiso de la empresa para planificar sus acciones de tal forma que no ponga en riesgo la biodiversidad y los servicios ambientales presentes en sus áreas operativas. Los productos de este proyecto le permitirán además a Ecopetrol entregar evidencias de su compromiso visible, desde una perspectiva global, y aportar datos y cifras relevantes al GRI (Global Report Initiative).