Para comenzar, esta historia se remonta al año 1900 en Bogotá D.C donde la constante expansión poblacional y la necesidad de un servicio de luz eléctrica en dicha cuidad conllevó a la creación de la primera hidroeléctrica del país llamada el Charquito; con la cual, si bien se satisfacía una parte de la demanda todavía se requería más energía. Por lo que, se acometió la construcción del Embalse del Muña en enero de 1941, donde se realizó una excavación en la cual primero se tuvo que quitar el ferrocarril que transitaba en el valle cercano al río Muña y a el río Aguas Claras.
Por consiguiente, gracias a la construcción del Embalse y un auge económico alrededor del año 1950 se empezaron a realizar actividades relacionadas a los deportes náuticos y de pesca. Muestra de lo anterior, es que se creó el Club Náutico del Muña, donde asistía la aristocracia de la capital (Soacha Ilustrada, 2013). Tanto era el renombre del lugar que personajes como Alfonso López Michelsen asistían a dicho lugar, quién fue el presidente número cincuenta de Colombia; no solo, para pasar tiempo de ocio entre las cabañas y campos de golf existentes, sino también pescando ejemplares de carpas y capitanes.
No obstante, el embrollo de este asunto se dio en 1970 cuando debido a la necesidad de más energía por parte de Bogotá, provocada de nuevo por el aumento poblacional se empezó a bombear agua del río Bogotá para producir más energía y fue desde ese momento donde todo acabó. Todas las especies endémicas tanto de fauna como de flora desaparecieron, gracias a, los altos niveles de cromo, cadmio, mercurio y demás desechos orgánicos (Creación Audiovisual Sibaté, 2020).
Ahora bien, desde el año 2008 la CAR de Cundinamarca tomo la decisión de realizar un deshierbe constante de todo el buchón de agua el cual era albergue no solo de los vapores fétidos del embalse; sino también de zancudos, los cuales eran una pesadilla para la población. Claramente, si bien se ha incurrido en una mejora de dicho servicio ecosistémico [1] esta no ha sido suficiente. Por ende, se ha impactado directamente en la calidad nutricional de las cosechas de alimentos como papa, alverja y fresa, en conjunto, de la ganadería de leche; gracias a que, la producción de estos está directamente relacionados a la calidad del agua que se usa en el ciclo productivo.
A pesar de lo anterior, no todo es malo. Se espera hacer las siguientes intervenciones: primero, una inversión de 4,5 billones de pesos para crear las plantas de tratamiento cercanas a la estación de bombeo del embalse llamadas PTAR Canoas y la nueva Salitre (Especiales Semana, 2017); segundo, la realización de los trabajos de tratamiento de agua que se están llevando a cabo en el rio Bogotá (El Tiempo, 2018) y tercero la implementación del Plan de Vida Muña 2000, el cual consta en el llenado con agua de los ríos Muña y Aguas Claras, que por fin van a poder serlo de nuevo, en 144 hectáreas.
Paralelamente, se podrían desarrollar intervenciones no solo por parte de entes privados o públicos, pero también por parte de las comunidades aledañas. Algunas de las consecuencias que podría tener estos aportes, van desde el desarrollo del ecoturismo hasta el punto de poder convertirlo como el municipio líder en el país en turismo sostenible. En adición, como consecuencia del crecimiento económico del municipio se podría incurrir en cultivos mucho más tecnificados, lo cual, no solo generaría un impacto en los diferentes proyectos agrícolas de las cercanías al Embalse sino también en la increíble gastronomía del lugar.
Para concluir, me gustaría comentarles mi experiencia personal de como a lo largo de mi vida siendo habitante de Soacha durante 20 años, he tenido la oportunidad de ir a Sibaté en repetidas ocasiones. En las cuales, ya sea yendo a comer a un piqueteadero, a montar cicla, a jugar un partido, a tirarme con una caneca de plástico desde una loma, a comer unas deliciosas fresas con crema o una cuajada con melao; me he podido dar cuenta de la gran belleza de este huevo de oro que se proyecta en su gente y en sus productos.
Por lo tanto, estoy convencido de que si usted, sí usted, que está leyendo este articulo y yo cumplimos con nuestra misión en la sociedad, la cual es dejar lo que se nos fue confiado mejor de lo que lo encontramos; nos daremos el lujo de encontrarnos un día de estos andando en alguna de esas 13,477 hectáreas (El Espectador) con los pies en el agua comiéndonos unas buenas fresas con crema sabiendo que una parte de la tarea está hecha.
[1] Un servicio ecosistémico es todo aquel beneficio que se obtiene de un ecosistema. Algunos ejemplos de esto podría ser los recursos medicinales, materias primas, la formación del suelo, la polinización, etc.
Bibliografía:
- Gónima, N. (2014). El Embalse del Muña, la eterna pesadilla de Sibaté. El Espectador. Recuperado de https://blogs.elespectador.com/actualidad/el-rio/el-embalse-del-muna-la-eterna-pesadilla-de-sibate
- Barbosa, H. (2013). Historia grafica de Soacha. Soacha Ilustrada. Recuperado de https://soachailustrada.com/2013/06/historia-grafica-de-soacha-43/
- Sibaté Cundinamarca. (2014). Sibaté Embalse del Muña. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=-h2DiZhASF4&ab_channel=SIBAT%C3%89CUNDINAMARCA
- Creación Audiovisual Sibaté. (2020). Nos dicen Sibateños-Ep 3-El embalse del Muña. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=GazUwcdulgM&ab_channel=Creaci%C3%B3nAudiovisualSibat%C3%A9
- Capítulo 2. Cuenca Media (2017). Megaobras mitigarán los olores del Muña. Recuperado de https://especiales.semana.com/rio_bogota/megaobras_muna.html
- El Tiempo. (2018). Trabajos en el río Bogotá son claves para revivir el Muña. Recuperado de https://www.eltiempo.com/bogota/trabajos-en-el-rio-bogota-son-claves-para-revivir-el-embalse-del-muna-224036
- Julian Suaza (2020). EMBALSE DEL MUÑA-VÍA ALO-PASEO EN BICICLETA EN ÉPOCAS DE PANDEMIA JULIO 2020. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=KcKAOGf0QFc&ab_channel=Juli%C3%A1nSuaza