Foto oficial de la sexta cumbre de las Américas (2012) con sede en Cartagena de Indias. En la cual participaron 34 mandatarios de la región para presenciar la ratificación del acuerdo multilateral entre Colombia y Estados Unidos, y dialogar sobre la integración comercial.
– Parte I –
A diez años de la celebración del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, se hace necesario resaltar su importancia y relevancia para el desarrollo agrario e industrial del país, más aún cuando el gobierno actual plantea posibles modificaciones y hasta su eventual renegociación. En un principio, esta discusión surge con la liberalización económica de los noventa y la influencia que la ley de Preferencia Arancelaria Andina (ATPA, por sus siglas en inglés) y, posteriormente, la ATPDEA (siglas en inglés para «Andean Trade Promotion and Drug Eradication Act») tuvieron en la relación comercial con los estadounidenses.[1]
Estos acuerdos, a pesar de incentivar las exportaciones con más de 6.400 productos libres de arancel, eran de carácter transitorio e impositivo: tenían vigencia de diez años y estaban subordinados a la ratificación unilateral por parte de órganos del congreso de los Estados Unidos. Por ende, era preferible un tratado internacional bilateral que las preferencias unilaterales y transitorias, producto de medidas arbitrarias. En particular, la interrupción comercial de año y medio en la administración Samper[2] y el subsecuente reembolso arancelario en la administración Pastrana constituyeron un claro detrimento para el país, pues reafirmaron a Colombia como un escenario de condiciones temporales e inviable para la inversión a largo plazo.
El presidente Barack Obama firma el acuerdo de libre comercio con Colombia, Panamá y Corea. Octubre 21 de 2011 Foto oficial, White House, por Pete Souza.
Por su parte, los atentados del 11 de septiembre y el fracaso en las mesas de negociación de la Ronda de Doha y el Área de Libre Comercio de las ALCA[3] fragmentaron los esfuerzos de entonces por una integración económica mundial y regional. Particularmente, Colombia fue uno de aquellos países con mayor afectación, principalmente, por posicionarse en un estado de vulnerabilidad comercial, pues se percibió incertidumbre y falta de interés frente a los Estados Unidos. De hecho, la renovación del ATPDEA se materializó en junio del 2001, pero se ratificó solo hasta agosto del 2002, y los acuerdos bilaterales de nuestros competidores regionales lograron su implementación,[4] mientras el del país ni siquiera entró en consideración.
Indiscutiblemente, Colombia no podía permitir que, por ejemplo, su café, banano y flores fueran excluidas del exterior, más aún cuando regiones como el eje cafetero, el Urabá y la Sabana de Bogotá dependen tanto de ellas. No obstante, están aquellos que aún hoy en día, como respuesta a esas necesidades, proponen a la Comunidad Andina, una de las promotoras de la vieja idea de sustitución de importaciones.
Pueblo de Salento, Quindío.
Por supuesto, el escenario óptimo es la integración multilateral, pero la realidad es que gran parte de la región no está dispuesta a sacrificar y/o modificar sus posturas proteccionistas o de ventajas exclusivas.[5] Al respecto, es importante señalar que aquellos países que han dado el paso a la inclusión internacional, aceptando que la competitividad es tema interno, han compuesto los mayores casos de éxito a nivel regional, ejemplo de ello son los miembros de la Alianza del Pacífico.
Así las cosas, Colombia debió abandonar la idea de integración multilateral y priorizar la relevancia de sus productos de exportación en un acuerdo de exclusividad con los Estados Unidos que incentivara la competitividad nacional y mantuviera las relaciones ya establecidas. Si bien es cierto que el acuerdo se efectuó a partir de concesiones, negociar con los Estados Unidos sin haber identificado productos para la transición arancelaria nula hubiese sido imposible.
Esta es una de las razones para no firmar el acuerdo, pero, en realidad, este es uno de los beneficios más importantes. Y es que de alguna forma nos exigen competitividad, más aún cuando no hemos sido capaces de disciplinarnos a nosotros mismos. De hecho, Colombia antes del 2000 no tenía ninguna empresa en el ranking de multilatinas (la única representativa era el Grupo Carvajal y Colombina) y solo hasta mediados del 2000, las empresas colombianas, en razón a las negociaciones del TLC, mitigaron un posible riesgo al expandirse y consolidarse en varios mercados regionales.[6]
Presentación comercial de productos del Grupo Nutresa. Nota: Recuperado de https://forbes.co/2021/11/10/negocios/oferta-de-toma-de-hostil-por-nutresa-el-conglomerado-mas-grande-de-alimentos-de-colombia/
Sin embargo, es una realidad que después de firmar el TLC viene la responsabilidad de lograr la admisibilidad fitosanitaria del sector agrícola, y esto exige la priorización del sector privado, y no solo de la diplomacia comercial. Actualmente, en los escenarios de debate la discusión está en la estructura subsidiaria; independientemente de su conveniencia, las discusiones deben, en cambio, enfocarse en una mayor tecnificación y cooperación sectorial; a esto se llega al incorporar los subsidios directos a los bienes públicos, como los distritos de riego, que terminan beneficiando a todos los productores, y no a uno en particular.
Ciertamente, el déficit en la balanza comercial es de esas prioridades que requiere una acción inmediata, pero la realidad está en que no se puede simplemente generalizar al TLC como su responsable. Para examinar sus causantes, se hace necesario establecer si estábamos importando más que antes, o si empezamos a competir más por insumos de otros referentes.
Referencias
AmCham Barranquilla. (Mayo 27 de 2021). 9 años del TLC con Estados Unidos, condiciones, ventajas y oportunidades para el agro. [Archivo de Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=JG3uMpacKZs
Amcham Colombia. (Julio 18 de 2022). El TLC con Estados Unidos contiene mecanismos para su revisión y mejora a través de la comisión administradora. [Declaración de la directora de la Cámara de Comercio Colombo-Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture]. https://amchamcolombia.co/es/noticias-colombia/el-tlc-con-estados-unidos-contiene-mecanismos-para-su-revision-y-mejora-a-traves-de-la-comision-administradora/
AmchamColombia. (Agosto 22 de 2022). El TLC con EE. UU. le ofrece más beneficios a Colombia: AmCham Colombia. https://amchamcolombia.co/es/noticias-colombia/el-tlc-con-ee-uu-le-ofrece-mas-beneficios-a-colombia-amcham-colombia/
Lacouture, M. C. (Agosto 8 de 2022). Seguridad alimentaria. La República. https://www.larepublica.co/analisis/maria-claudia-lacouture-402341/seguridad-alimentaria-3418819
Souza. P. (October 21st, 2011). President Barack Obama signs the “United States-Korea Free Trade Agreement Implementation Act,” in the Oval Office, Oct. 21, 2011. [Photo]. Official White House. [Blog]. https://obamawhitehouse.archives.gov/blog/2011/10/21/president-obama-signs-historic-legislation-signaling-progress-trade-and-jobs
OAS. (Abril 14 de 2012). Sixth Summit of the Americas: Cartagena de Indias, Colombia, April 14 – 15, 2012. [Foto]. Secretariat. [Doc]. http://www.summit-americas.org/vi_summit.html
Cicerone. L. (Agosto 6, 2022). Ruta por el Eje Cafetero colombiano. [Foto]. XIXERONE. [Blog]. https://xixerone.com/ruta-recomendada-por-el-eje-cafetero.html
Vargas C. J. P. (Julio 14 de 2022). Directora de AmCham resaltó que es factible una posible revisión del TLC con EE. UU. La República. https://www.larepublica.co/economia/directora-de-amcham-resalto-que-es-factible-una-posible-revision-del-tlc-con-ee-uu-3403790
Universidad Externado de Colombia. (Agosto 14 de 2018). Conferencia 6 años Balance TLC Estados Unidos-Colombia [Archivo de Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=n38nfE91rrk
[1] La Ley de Preferencia Arancelaria Andina (ATPA), posteriormente, Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (ATPDEA) fue, desde 1991 hasta el 2011, un sistema de beneficios comerciales a través del cual Estados Unidos se propuso fomentar el desarrollo económico en contra de la producción de narcóticos y el narcotráfico.
[2] Colombia fue descertificada en 1996 y 1997, en represalia contra el gobierno de Ernesto Samper. La desacreditación significó el retiro por parte de Estados Unidos de los beneficios arancelarios y su voto negativo en las solicitudes de crédito ante el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
[3] La Ronda de Doha fue un conjunto de negociaciones amparadas bajo la Organización Mundial del Comercio para la integración comercial global. Por otra parte, el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fue un acuerdo de integración regional firmado en 1994, con miras a establecer el libre flujo comercial entre las economías del continente (excepto Cuba), en detrimento de las relaciones bilaterales.
[4] Entre los más notorios están el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA); hoy en día, el de Canadá-EE. UU.-México (USMCA); el de Chile-EE. UU. (TLCCE); el de Centroamérica-República Dominicana-EE. UU. (CAFTA-DR), y el de Perú-EE. UU. (APC).
[5] Un claro ejemplo está en las fallidas negociaciones del ALCA, dado al desgaste de los intereses particulares sobre los regionales. México, en particular, priorizó su ventaja de costos económicos relativos que el NAFTA le otorgaba, mientras que Brasil prefirió el estatus preferencial del que sus productos cárnicos y agrícolas gozaban (Solla, maíz y algodón).
[6] Ejemplos de esto son la consolidación del Grupo Sura, Bancolombia y sus subsidiarias, y Nutresa y sus plantas de alimentos en Centroamérica, hasta la integración del Grupo ISA en la cadena energética de Suramérica.