En los últimos cuatro años han desaparecido más de 400.000 hectáreas de coca bajo esta modalidad mientras que con la erradicación manual, en los mismos cuatro años se han erradicado 145.000 hectáreas.
Esta semana, el Ministro de salud Alejandro Gaviria, realizó la recomendación al Consejo Nacional de Estupefacientes de suspender de manera inmediata el uso de glifosato en la fumigación de cultivos ilícitos. Dicha recomendación estuvo fundamentada en un estudio británico que cuenta con las evidencias necesarias sobre los efectos de este herbicida en la salud de las poblaciones involucradas.
El Ministro señala que “Hay un nuevo estudio que resume las conclusiones de un panel de expertos sobre el glifosato. Lo importante de este estudio es que resume la evidencia científica del tema. No es un estudio particular aislado”.
El representante de FAO Colombia, Rafael Zavala Gómez del Campo resalta que “el problema es cuando se utiliza en dosis exageradas y cuando se utiliza como estrategia de fumigación área. A mí me ha tocado estar en zonas donde la gente afectada por desastres naturales se junta a producir alimentos y al pasar una avioneta fumigando acaba con todas las parcelas y las producciones (…) hay otra alternativa que es la erradicación manual y hoy en día se cuenta con tecnología suficiente para esto”.
Después del anuncio del Ministro de salud, su compañero de gabinete, Juan Carlos Pinzón afirmó que “Colombia se podría inundar de cultivos de coca, si no se tienen herramientas efectivas contra el narcotráfico». Adicionalmente, resaltó que esta decisión puede debilitar la lucha contra la criminalidad, pues en último año se han incautado 59 toneladas de coca, 46 % más que el año anterior.
Ante esta situación, surgen ciertos cuestionamientos en cuanto el efecto del glifosato en la salud, ya que este herbicida también se usa en diferentes tipos de cultivos de alimentos que consumimos día a día. Uno de los casos se presenta en el cultivo de arroz, en donde se aplica en promedio tres veces antes de cada cultivo; en Colombia, el glifosato es aplicado en los suelos donde se cultiva el arroz, con el fin de erradicar malezas. Ante esta preocupante situación, Rafael Hernández, presidente de FEDEARROZ, fue consultado por la W radio acerca de la relación glifosato/cáncer, en donde Hernández argumenta que “el problema del glifosato es cuando se usa por vía aérea. Asimismo, explica que “se usa como un herbicida para controlar las malezas especialmente en zonas de riego, entonces se dejan germinar las malezas y luego se queman con este químico”. Hernández deja claro que este químico no se le pone al arroz sino al proceso previo a la siembra.
Por otra parte, hay temas que han surgido a raíz de toda esta controversia. Entre estos, es el uso de semillas genéticamente alteradas especialmente por parte de la conocida multinacional Monsanto, la cual comercializa la semilla Roundup Ready. Esta semilla tiene un gen tolerante a diferentes herbicidas, lo que facilita su proceso de producción, pero aún no se tienen estudios del impacto sobre la salud de quienes lo consumen.
Varios conocedores del tema afirman que la falta de control en cuanto a investigaciones es enorme y que es necesario tomar las medidas necesarias. Hoy en día, alimentar a miles de millones de personas es una prioridad pero se debe acompañar de controles fuertes y eficientes. Es importante alimentar pero más importante aún alimentar sanamente.
@JuanAldanaC
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