Como consecuencia, hemos explorado nuevas formas de abastecernos de estos alimentos a través de la acuicultura, la práctica de cultivar organismos acuáticos. En la actualidad, se calcula que el 50% de la demanda de pescados a nivel mundial se abastece a través de estos novedosos métodos[1]. Sin embargo, existen ciertos tipos de organismos cuya domesticación se ve comprometida por múltiples barreras. No obstante, el avance tecnológico y científico nos permite cada expandir nuestros horizontes y explorar fronteras desconocidas. Uno de estos recientes casos es el cultivo de cefalópodos[2], específicamente el pulpo.
El pulpo es una excelente fuente de alimento debido a su alto contenido de proteína, adicionalmente de ser rico en vitaminas B3, B12, potasio, zinc y selenio. Además de sus propiedades curativas para combatir enfermedades como el asma, la arterioesclerosis, la bronquitis, y la arritmia cardiaca entre otros, este alimento posee un sabor y textura inigualable. En la actualidad, se estima que desde el 2008 la pesca de este molusco ha aumentado levemente, manteniéndose alrededor de las 350,000 toneladas anuales. Sin embargo, a pesar de ser un plato insignia en los restaurantes de comida de mar, este producto solo representa el 4% de la captura de mar anualmente.[3]
A primera vista, los pulpos serían candidatos ideales para la acuicultura debido a sus cortos ciclos de vida, su reproducción prolífica, además de su eficiente metabolismo. Antes de nada, se debe aclarar que no todas las especies de pulpo tienen las mismas características, por lo cual los periodos de reproducción, maduración y producción de crías varía significativamente. Sin embargo, muchas de las especies con alto valor comercial poseen las cualidades mencionadas inicialmente. Por ejemplo, la especie octopus vulgaris, sería es una opción viable para la acuicultura. Esta se caracteriza por una fácil adaptabilidad a las condiciones de cautiverio, un rápido crecimiento el cual se estima entre 3-15% del peso corporal por día, una alta tasa de incorporación de alimento ingerido, una alta tasa de fecundidad produciendo entre 100,000 a 500,000 huevos por hembra, además de un extenso mercado y buen precio a través del Mediterráneo, Latinoamérica y Asia. Ahora bien, si lo anterior es cierto, ¿por qué no hay una extensa industria en cuanto a la acuicultura de pulpos?
Grupos de científicos y emprendedores en España, Argentina, Japón, México, Australia y Hawái, entre otros, han desarrollado iniciativas que buscan encontrar la viabilidad de este negocio, sin embargo, se han visto obstaculizados múltiples veces. El enigma en esta industria se encuentra principalmente en la alimentación a través de los ciclos de vida del animal.
Entre los primeros 10 días de vida, los pequeños pulpos se alimentan de una dieta planctónica satisfactoriamente. El problema surge en la alimentación de transición, específicamente entre los 10 y 30 días iniciales de vida. A diferencia de otras especies cultivadas a través de métodos de acuicultura, los animales insisten en consumir alimentos vivos, lo cual obstaculiza la viabilidad económica. Una vez alcanzada esta fase, los pulpos en estado de madurez aceptaran cangrejo y camarón congelado, aunque el problema radica en llegar a este punto.
Según el Dr. Arlos Rosas Vaques, miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nive III de la Universidad Autónoma de México, “nos dimos cuenta de que los pulpos tienen un sistema digestivo más parecido al de un cerdo que al de un camarón. Su sistema digestivo es más bien ácido, y eso implica que tienen enzimas muy especializadas que no admiten en el alimento proteína que esté muy procesada, razón por la cual el alimento balanceado que formulábamos con base en harinas procesadas no producía resultados positivos». Es decir, los concentrados altamente procesados generalmente utilizados en esta industria no son una opción viable.
Otro obstáculo se debe al misterioso organismo del animal. Una característica de la acuicultura es la concentración de organismos en un espacio, lo cual implica un mayor riesgo y susceptibilidad a múltiples infecciones. Para mitigar este riesgo, los esfuerzos veterinarios han desarrollado antibióticos y vacunas para ser aplicados en los animales. Sin embargo, en el caso del pulpo, estos animales no desarrollan una inmunidad adquirida lo cual imposibilita su vacunación en contra de infecciones comunes.
No obstante, iniciativas como Mayab Mollusks en México, Nissui en Japón, y Kanaloa Octopus Farms en Hawai han logrado cultivar este animal de manera satisfactoria después de décadas de estudios y múltiples pruebas, cada vez acercándose más a desarrollar iniciativas comerciales viables. Por otro lado, Fremantle Octopus Company en Australia se abastecen de pulpos capturados en etapas prematuras, manteniéndolos en cautiverio hasta su madurez, donde son vendidos como alimento posteriormente.
En conclusión, la viabilidad económica de esta industria no se ha alcanzado actualmente. Sin embargo, no se descarta que en un futuro cercano la acuicultura de estos animales no llegue a representar una actividad con un alto potencial económico. Para alcanzar este hito, se deben desarrollar estudios para asegurar la producción de alimentos con un costo razonable que aludan a las necesidades de los pulpos en temprana edad, además de entender mejor a este animal para minimizar su nivel de mortalidad en cautiverio. Por otro lado, la industria promete no solo avances en establecer la seguridad alimentaria sino en campos como la medicina, la tecnología de camuflaje, y la neurobiología entre otros.
Bibliografía:
http://bcur.org/journals/index.php/TPSS/article/viewFile/301/280
http://www.fao.org/3/a-i5555e.pdf
http://fis.com/fis/worldnews/worldnews.asp?l=e&id=45160&ndb=1
http://www.capitalpress.com/Profit/20151230/octopus-farm-to-raise-eight-legged-livestock
https://anafaquaculture.org/octopus-farming-in-tanzania/
https://asia.nikkei.com/Business/Trends/Fully-farmed-octopus-on-its-way-to-your-dinner-table
https://blogs.scientificamerican.com/octopus-chronicles/first-octopus-farms-get-growing/
https://reefbuilders.com/2017/07/10/octopus-aquaculture/#
[1]Esta estimación se obtuvo a través de una publicación del World Resource Institute utilizando estadísticas provistas por la FAO entre 1950 y el 2010, además de pronosticar una serie posterior entre el 2011 y el 2050.
[2]Los cefalópodos son una clase de invertebrados marinos dentro de la familia de moluscos. Se calcula que existen alrededor de 700 especies, generalmente catalogados como pulpos, calamares sepias y nautilus.
[3]Estos datos son resultado de un estudio realizado por la FAO titulado The State of World Fisheries and Aquaculture: contributing to food security and nutrition for all.