Fuente: “Las mujeres campesinas: su gran aporte a la agricultura familiar y la economía productiva”. Tomado de: MinSalud
Las mujeres rurales y los hogares rurales de jefatura femenina[1] son más vulnerables a la pobreza, un fenómeno asociado a las relaciones de poder entre hombres y mujeres que se refleja en la asignación de responsabilidades (MinAgricultura, 2019). Por otra parte, las mujeres son el 47.2% de la población rural (MinAgricultura, 2019) y son una pieza clave en la producción y el suministro de alimentos, ya que la mayoría participa activamente en la agricultura familiar (MinSalud & FAO, 2015). Sin embargo, todavía existen una serie de obstáculos para que la actividad de las mujeres sea tomada en cuenta.
El reto principal con respecto a las mujeres rurales es un problema de medición, porque las reformas y las estrategias que se diseñan para el sector de la agricultura se basan en las estadísticas recolectadas del campo. Sin embargo, la metodología según la cual estos datos son recolectados en el país invisibiliza la participación de las mujeres, puesto que no tiene en cuenta la relación de interdependencia entre las labores del cuidado y la agricultura familiar. En efecto, aunque las mujeres participen en la agricultura, estas actividades son consideradas como apoyo a los hombres en sus actividades productivas o como cuidado del hogar, ya que se trata del suministro de alimentos para el hogar. Esto es un obstáculo importante, porque si no se tienen datos sobre la verdadera contribución de las mujeres al campo colombiano no se pueden diseñar estrategias que se adapten a sus necesidades.
Fuente: “Las mujeres campesinas: su gran aporte a la agricultura familiar y la economía productiva”. Tomado de: MinSalud
Por otra parte, existen varias iniciativas, normativas y programas diseñados para las mujeres en el agro que han tenido éxito, por ejemplo, los programas de crédito del Fondo Agropecuario de Garantías, el programa de educación financiera “Mis finanzas cuentan” o la plataforma digital de información “Las mujeres cuentan en la UPRA” del Ministerio de Agricultura (MinAgricultura, 2021).
No obstante, todavía existen algunos rezagos en el acceso real por parte de ellas, en efecto, solo el 7.3% de las mujeres productoras han recibido asistencia técnica, en comparación con 10.3% para hombres y 17.3% para productores mixtos[2] (MinAgricultura, 2019). Adicionalmente, se tiene que solo el 8.4% de las unidades productivas administradas por mujeres solicitó crédito en comparación con 11.5% para los hombres y 19% para los productores mixtos, mientras que la tasa de aprobación no cambia entre estos grupos. Esto demuestra que las mujeres siguen teniendo retos importantes en el acceso a estos programas, esto se puede deber a un funcionamiento deficiente de las iniciativas, a un énfasis en la provisión de estos servicios a productores con actividades más consolidadas (los grupos mixtos) o a factores culturales donde se privilegia al hombre como la figura productiva (MinAgricultura, 2019).
Teniendo en cuenta estos obstáculos se pueden diseñar campañas o generar cambios en las normativas, de tal forma que a las mujeres se les facilite el acceso a la gran cantidad de programas que ya existen para su beneficio. Una estrategia que vale la pena incentivar es la asociación de mujeres que trabajan en el campo, estas asociaciones han tenido éxito puesto que facilita la gestión de los recursos, los proyectos comunitarios y mejora la visibilidad de las productoras (Portafolio, 2019).
Fuente: “FNC exalta a las caficultoras en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural”. Tomado de: Agricultura & Ganadería
Un segundo tema importante es la tenencia de la tierra, de hecho, este es uno de los obstáculos principales citados por las mujeres para acceder a créditos (Ramírez et al. 2015). Según Donny Meertens (2000) (como se citó en MinSalud & FAO, 2015), los derechos de las mujeres, en relación con la tierra, han sido opacados por dos posibles razones, la neutralidad de género en los programas de las reformas agrarias y los enfoques “familistas”, que plantean a la familia como la unidad suponiendo que todos los miembros de la familia se benefician equitativamente. Como se mencionó anteriormente, el rol productivo recae sobre el hombre y, por eso, se le “asigna el acceso y control de los recursos productivos, entre ellos, el más importante en las economías campesinas, la tierra.” (León, 2006).
Fuente: “Alianza de desarrollo rural beneficiará a familias campesinas”. Tomado de: el campesino.co.
En conclusión, en Colombia se ha avanzado de manera importante en materia de normatividad sobre la garantía de los derechos de las mujeres rurales (MinAgricultura, 2019). No obstante, es necesaria una transformación cultural para conseguir la aplicación real de estos mecanismos legales, para alcanzar el reconocimiento de la participación de las mujeres en la agricultura del país y para lograr una mayor cobertura en el acceso a los programas diseñados para las mujeres.
Adicionalmente, es indispensable crear un sistema de rendición de cuentas para identificar avances y limitaciones de las normativas mencionadas. Para esto es inevitable mejorar la representatividad de las mujeres en las estadísticas rurales, porque es necesario conocer primero las necesidades de la población para diseñar intervenciones que realmente funcionen hacia la eliminación de la brecha de género. Esto con el objetivo, no solo de mejorar la calidad de vida de las niñas y mujeres rurales colombianas, sino que también se les permita integrarse en la industria nacional y contribuir a la producción de alimentos para suplir las necesidades de nuestra población en constante aumento.
Referencias
FUNDACIÓN PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR Y EL DESARROLLO (2015). Barreras de acceso de la mujer rural a crédito – Programas Asociativos y a la Formalización de la Tierra en el Norte de Cauca y el Sur de Tolima. https://www.repository.fedesarrollo.org.co/bitstream/handle/11445/2725/Repor_Abril_2015_Ramirez_et_al_Prod_3%20 y%204.pdf?sequence=2&isAllowed=y
León, M. (2006). NEUTRALIDAD DE GÉNERO Y POLÍTICAS PÚBLICAS EN LAS REFORMAS AGRARIAS DE AMÉRICA LATINA. Nómadas, 24, 44–52. https://www.redalyc.org/pdf/1051/105116598005.pdf
Ministerio de Agricultura. (2021, 12 abril). Gobierno lanza estrategia ‘Mis Finanzas Cuentan’, en apoyo a las mujeres rurales. Equidad de la mujer. http://www.equidadmujer.gov.co/prensa/2021/Paginas/Gobierno-lanza-estrategia-Mis-Finanzas-Cuentan-en-apoyo-a-las-mujeres-rurales.aspx
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. (2019). Situación de las mujeres rurales en Colombia 2010 – 2018. https://www.minagricultura.gov.co/ministerio/direcciones/Documents/Situacion%20de%20las%20mujeres%20rurales%20en%20Colombia%202010-2018.pdf
Ministerio de Salud y Protección Socia & Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO. (2015, agosto). Las mujeres rurales y la agricultura familiar. https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/SNA/Boletin-01-2015-Mujeres-rurales-agricultura-familiar.pdf
Portafolio. (2019, 5 octubre). Las mujeres que siembran en el negocio agrícola en Colombia. Portafolio.co. https://www.portafolio.co/economia/mujeres-agricultoras-en-colombia-534307
[1] Un hogar con jefatura femenina es tanto un hogar en el que la mujer es soltera y es quien se encarga de los miembros de la familia, como un hogar donde la mujer es casada, o en unión libre, pero aporta la mayor cantidad de recursos económicos.
[2] Asociaciones de mujeres y hombres.