Ir al contenido
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
  • Inicio
  • Agricultura
  • Pecuaria
  • Turismo
  • Eventos
  • Acerca de ANeIA
  • Suscribirse
Menú
  • Inicio
  • Agricultura
  • Pecuaria
  • Turismo
  • Eventos
  • Acerca de ANeIA
  • Suscribirse

Portada » El candidato campesino.

El candidato campesino.

En una entrega anterior afirmábamos que el País vive uno de sus momentos políticos más difíciles. Entre otras razones por la desinformación perpetrada por una prensa que ha tomado partido. También por la erosión de instituciones a la que el gobierno presente y el anterior sometió a la Rama Judicial y el actual, además, a la desmoralización de las fuerzas armadas.

Autor: Gustavo González C.

junio 11, 2014
Agricultura

Compartir

“El Dr. Oscar Iván Zuluaga recuerda su infancia campesina”:
http://telexfreecolombia01.blogspot.com/2014/06/oscar-ivan-zuluaga-ordeno-presidencial.html

El debate entre candidatos se ha reducido a las posturas ante las negociaciones en la Habana con las FARC y ahora aparece el ELN. El eufemismo que se emplea es el de la paz. Como si la firma de las partes trajera la eliminación de la violencia en el país. ¡Cuánta ingenuidad! ¿Por qué ingenuidad? Por la sencilla razón que la violencia en el país no la causan únicamente esos grupos ‘alzados en armas’ o ‘narcoterroristas’, términos impuestos según sea el bando que los califique. Llamémoslos los ‘narco-alzados’ para darle un pedazo de razón a cada bando. El número que los integra en verdad no se sabe a ciencia cierta.

La Agencia Colombiana para la Reintegración registra 56.197 personas desmovilizadas en la última década. Por razón de la desmovilización colectiva, las AUC aportaron 31.696 a esa cifra, mientras que por razón de desmovilizaciones individuales, las FARC aportaron 16.810, las AUC 3.619, y los ELN 3.403. (www.reintegración.gov.co). De esas personas desmovilizadas 31.530 han sido atendidas en proceso de reintegración, el resto podemos conjeturar que no siguieron el proceso o por no requerirlo o por impaciencia y querer formar parte de las comunidades cuanto antes o, sencillamente, para reincidir en un estilo de vida demasiado incrustado en la mente y corazón del violento. Es posible estos últimos formen parte de las ‘bacrim’ y otras organizaciones criminales.

Suponiendo que los ‘narco-alzados’ sean alrededor de 10.000 y como no hay prueba de la unidad de mando de la ‘Coordinadora’, al firmar la negociación es posible unos 5000 se acojan a una desmovilización colectiva. El resto formará una nueva razón social: las ‘farcrim’ y las ‘elncrim’. En otras palabras, estamos presenciando una tramoya que al final no desmovilizará más de una tercera parte de los que fueran integrantes de las FARC que lo hicieron por vía de desmovilizaciones individuales a lo largo de la última década.

Si este argumento tuviera alguna validez, entonces ¿por qué tanta energía política invertida en el proceso? Propongo una teoría. La negociación es entre élites, una tradicional incrustada en el poder y que le ha cerrado el paso a la participación de la otra. Ésta ha demostrado gran perseverancia, que parece ahora agotarse, no para continuar haciendo actos terroristas de gran envergadura y que produzcan la máxima conmoción real y publicitaria , cuanto salir de sus refugios camino a una participación política. Y si la élite tradicional los lleva de la mano, podemos imaginar el intercambio futuro de favores entre élites.

Lo que tenemos que decidir en pocos días los colombianos es sí el súbito interés demostrado por las partes en la cesión de territorios, denominados con otro eufemismo: Zonas de Reserva Campesina, repetirá el ensayo del Caguán. En ese entonces más de 40.000km2 –algo parecido al área de Suiza—dejaron la desolación económica y social, grandes propiedades en cabeza de testaferros de todos los narcos adjetivados y corredores aptos para el comercio de estupefacientes y de minería ilegal.

Está bien documentado que la guerrilla ha servido a la colonización armada de la frontera agrícola del país (Marco Palacio, 2012. La violencia pública en Colombia, 1958-2010. México: Fondo de Cultura Económica). Localidades sin ninguna presencia del Estado, contaron con ella como agente ordenador, claro que a su manera.

Luego ¿qué tan genuino es el interés por el desarrollo y bienestar del campo colombiano, sus habitantes campesinos, finqueros y jornaleros, en cabeza de quienes lo han minado, lo han extorsionado, lo han desolado? ¿Qué tan genuino es el interés en aquel bienestar, de quienes de parte del gobierno ceden territorios más extensos al cedido en el Caguán?

¿La firma de un tratado, si logra cambiar las prácticas de las personas? ¿Será importante que los firmantes demuestren algún conocimiento del campo colombiano? ¿Para al menos tener alguna autoridad moral que califique su genuino interés por campesinos y finqueros?

¿Contribuiría a la certeza de un genuino interés por las poblaciones rurales el comprobar si los firmantes aprendieron a ordeñar en su infancia?

Bogotá, Junio 11, 2014
Etiquetas: Campesinos, Elecciones, Gobierno, Politica, Violencia

Noticias Relacionadas

Loading...
Más Allá del Suelo: El Ascenso de la Agricultura Vertical
Cosechando el Futuro: Sostenibilidad en la Industria Cafetera Colombiana
Hello Tractor: El Uber del Campo que Revoluciona la Productividad Agrícola
La Fruta de la Prosperidad: El Fenómeno del Aguacate Hass en Colombia

Recomendado

Loading...
Agricultura

Trabajando en equipo se llega a la vía láctea

Autor: Juan Sebastián Villamil Bohada, estudiante de Economía, Universidad de Los Andes.

enero 19, 2023
Loading...
Turismo

TLC’s: ¿Quién gana y quién pierde?

Autor: Nicolás Ricaurte

junio 7, 2018
Loading...
Pecuaria

En la sombra de la innovación: Desafíos de conocimiento en la industria ganadera y equina.

agosto 12, 2024

Una iniciativa de:

Facultad de Administración - Universidad de los Andes Colombia
Facebook Youtube Instagram Linkedin

Información de contacto

  • [email protected]
  • Bogotá, Colombia

Enlaces de interés

  • Iniciar sesión
  • Política de tratamiento de datos personales
  • Contacto

Universidad de los Andes | Vigilada Mineducación
Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964.
Reconocimiento personería jurídica: Resolución 28 del 23 de febrero de 1949 Minjusticia.

©2023 ANEIA – Universidad de Los Andes.
Diseño y desarrollo por PixelPro

  • Inicio
  • Agricultura
  • Pecuaria
  • Turismo
  • Eventos
  • Acerca de ANeIA
  • Suscribirse
Facebook Twitter Youtube Instagram