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Embalse del MuÃ±a, un huevo de oro sumergido en desechos

Me gustarÃa mostrarles en la anterior imagen un destino paradisiaco y de punto de encuentro de personas de todo el paÃs y de todo el mundo, tal y como lo fue a mediados del siglo XX. Sin embargo, lo que tenemos hoy en dÃa en el Embalse del MuÃ±a, es tristemente la muestra viva del daÃ±o que como sociedad le hemos causado a la naturaleza a lo largo de los aÃ±os.

Autor: Hermes Steve Ayala Calvo miembro de la iniciativa ANeIA

febrero 5, 2021

Turismo

Tomado de https://especiales.semana.com/rio_bogota/megaobras_muna.html

Para comenzar, esta historia se remonta al aÃ±o 1900 en BogotÃ¡ D.C donde la constante expansiÃ³n poblacional y la necesidad de un servicio de luz elÃ©ctrica en dicha cuidad conllevÃ³ a la creaciÃ³n de la primera hidroelÃ©ctrica del paÃs llamada el Charquito; con la cual, si bien se satisfacÃa una parte de la demanda todavÃa se requerÃa mÃ¡s energÃa. Por lo que, se acometiÃ³ la construcciÃ³n del Embalse del MuÃ±a en enero de 1941, donde se realizÃ³ una excavaciÃ³n en la cual primero se tuvo que quitar el ferrocarril que transitaba en el valle cercano al rÃo MuÃ±a y a el rÃo Aguas Claras.

Foto tomada entre los aÃ±os 1930 y 1950 por Gumersindo Cuellar JimÃ©nez. Tomado de https://soachailustrada.com/2013/06/historia-grafica-de-soacha-43/

Por consiguiente, gracias a la construcciÃ³n del Embalse y un auge econÃ³mico alrededor del aÃ±o 1950 se empezaron a realizar actividades relacionadas a los deportes nÃ¡uticos y de pesca. Muestra de lo anterior, es que se creÃ³ el Club NÃ¡utico del MuÃ±a, donde asistÃa la aristocracia de la capital (Soacha Ilustrada, 2013). Tanto era el renombre del lugar que personajes como Alfonso LÃ³pez Michelsen asistÃan a dicho lugar, quiÃ©n fue el presidente nÃºmero cincuenta de Colombia; no solo, para pasar tiempo de ocio entre las cabaÃ±as y campos de golf existentes, sino tambiÃ©n pescando ejemplares de carpas y capitanes.

No obstante, el embrollo de este asunto se dio en 1970 cuando debido a la necesidad de mÃ¡s energÃa por parte de BogotÃ¡, provocada de nuevo por el aumento poblacional se empezÃ³ a bombear agua del rÃo BogotÃ¡ para producir mÃ¡s energÃa y fue desde ese momento donde todo acabÃ³. Todas las especies endÃ©micas tanto de fauna como de flora desaparecieron, gracias a, los altos niveles de cromo, cadmio, mercurio y demÃ¡s desechos orgÃ¡nicos (CreaciÃ³n Audiovisual SibatÃ©, 2020).

Ahora bien, desde el aÃ±o 2008 la CAR de Cundinamarca tomo la decisiÃ³n de realizar un deshierbe constante de todo el buchÃ³n de agua el cual era albergue no solo de los vapores fÃ©tidos del embalse; sino tambiÃ©n de zancudos, los cuales eran una pesadilla para la poblaciÃ³n. Claramente, si bien se ha incurrido en una mejora de dicho servicio ecosistÃ©mico [1] esta no ha sido suficiente. Por ende, se ha impactado directamente en la calidad nutricional de las cosechas de alimentos como papa, alverja y fresa, en conjunto, de la ganaderÃa de leche; gracias a que, la producciÃ³n de estos estÃ¡ directamente relacionados a la calidad del agua que se usa en el ciclo productivo.

Tomado de https://www.eltiempo.com/bogota/trabajos-en-el-rio-bogota-son-claves-para-revivir-el-embalse-del-muna-224036

A pesar de lo anterior, no todo es malo. Se espera hacer las siguientes intervenciones: primero, una inversiÃ³n de 4,5 billones de pesos para crear las plantas de tratamiento cercanas a la estaciÃ³n de bombeo del embalse llamadas PTAR Canoas y la nueva Salitre (Especiales Semana, 2017); segundo, la realizaciÃ³n de los trabajos de tratamiento de agua que se estÃ¡n llevando a cabo en el rio BogotÃ¡ (El Tiempo, 2018) y tercero la implementaciÃ³n del Plan de Vida MuÃ±a 2000, el cual consta en el llenado con agua de los rÃos MuÃ±a y Aguas Claras, que por fin van a poder serlo de nuevo, en 144 hectÃ¡reas.

Paralelamente, se podrÃan desarrollar intervenciones no solo por parte de entes privados o pÃºblicos, pero tambiÃ©n por parte de las comunidades aledaÃ±as. Algunas de las consecuencias que podrÃa tener estos aportes, van desde el desarrollo del ecoturismo hasta el punto de poder convertirlo como el municipio lÃder en el paÃs en turismo sostenible. En adiciÃ³n, como consecuencia del crecimiento econÃ³mico del municipio se podrÃa incurrir en cultivos mucho mÃ¡s tecnificados, lo cual, no solo generarÃa un impacto en los diferentes proyectos agrÃcolas de las cercanÃas al Embalse sino tambiÃ©n en la increÃble gastronomÃa del lugar.

Para concluir, me gustarÃa comentarles mi experiencia personal de como a lo largo de mi vida siendo habitante de Soacha durante 20 aÃ±os, he tenido la oportunidad de ir a SibatÃ© en repetidas ocasiones. En las cuales, ya sea yendo a comer a un piqueteadero, a montar cicla, a jugar un partido, a tirarme con una caneca de plÃ¡stico desde una loma, a comer unas deliciosas fresas con crema o una cuajada con melao; me he podido dar cuenta de la gran belleza de este huevo de oro que se proyecta en su gente y en sus productos.

Por lo tanto, estoy convencido de que si usted, sÃ usted, que estÃ¡ leyendo este articulo y yo cumplimos con nuestra misiÃ³n en la sociedad, la cual es dejar lo que se nos fue confiado mejor de lo que lo encontramos; nos daremos el lujo de encontrarnos un dÃa de estos andando en alguna de esas 13,477 hectÃ¡reas (El Espectador) con los pies en el agua comiÃ©ndonos unas buenas fresas con crema sabiendo que una parte de la tarea estÃ¡ hecha.

[1] Un servicio ecosistÃ©mico es todo aquel beneficio que se obtiene de un ecosistema. Algunos ejemplos de esto podrÃa ser los recursos medicinales, materias primas, la formaciÃ³n del suelo, la polinizaciÃ³n, etc.

BibliografÃa: