La empresa se llama Ciénaga y vendemos productos en madera tallados por artesanos del Departamento de Bolívar y terminados con diferentes materiales típicos de las regiones de Colombia. Nuestra nueva línea de producción maneja un concepto que se llama: Ciénaga por Colombia y se basa en representar por medio de canoas y remos, algunas de las regiones de Colombia. Por ejemplo, la colección cuenta con diseños de canoas de madera decoradas con cintas de caña flecha como representación de la región de Tuchín-Córdoba. Para aquellos que no saben, la caña flecha es una planta tropical empleada desde generaciones pasadas por los aborígenes de la Costa Atlántica para elaborar utensilios. (Padrón, s.f.) Hoy en día, esta planta ha cobrado mucha popularidad alrededor del mundo, se volvió la protagonista del típico sombrero vueltiao y además es la que se usa para muchas decoraciones de objetos en las casas.
Por Tuchín en busca de materia prima
En Bogotá es difícil encontrar la materia prima de otras regiones de Colombia, pues así se encuentren, el proveedor cobra un precio muy alto, la calidad no es la misma y mucho menos la diversidad de productos que ofrece. Buscar caña flecha en Bogotá fue toda una aventura; después de recorrer el centro y todos sus escondites llegamos a la conclusión de que lo mejor que podíamos hacer era irnos directamente a Córdoba, (cuna de la caña flecha) y empaparnos de su producción. Nos parecía interesante hacer el viaje porque así podríamos aprender más sobre cómo estos artesanos eran capaces de volver las tiras de la mata de caña flecha en una obra de arte.
Nuestro vuelo salió a las seis de la mañana de Bogotá, con mi socio, dos morrales muy pequeños y discretos, emprendimos nuestro viaje con muchas expectativas en mente. Ninguno de los dos conocía Córdoba entonces la experiencia iba a ser muy interesante. Aterrizamos en Montería, un aeropuerto bastante pequeño y viejo, pero con más aire acondicionado que el de Cartagena. De ahí nos fuimos a la terminal de transportes de la ciudad, pues teníamos que tomar una flota que nos acercara a Tuchín ya que era en este pueblo donde compraríamos la materia prima para nuestras canoas.
En la terminal cogimos nuestra buseta, era pequeña y cabían alrededor de diez personas y emprendimos nuestro viaje por Córdoba. La buseta iba parando por cada pueblito, y cada vez que se detenía se sentía un calor bastante húmedo e intenso entrando por las ventanas. Cada parada recogía más pasajeros; se montaba el señor que vendía rosquillas de comer, después el de las arepas, más adelante el que vendía cocadas, después se bajaba el de las rosquillas y se subía una señora con pescados. En fin, así no hubiera más puestos, el conductor gritaba por la ventana “¡¡Hacia Sincelejo, hacia Sincelejo, tenemos cupos disponibles!!” Estoy casi segura que había más productos y personas en esa buseta que en una plaza de mercado.
Después de dos horas de trayecto, llegamos a nuestro destino final: el municipio del Sombrero Vueltiao. Tuchín es muy pequeño, tiene 33,653 habitantes y una densidad de 18 habitantes por km2. Muchas de las casas todavía están construidas con paja y madera a manera de choza como las construcciones de los indígenas Zenú que habitaban allí. Hay una vía principal que lo atraviesa completamente, y muy cerca a esta hay un mercado donde se venden diariamente todos los alimentos que abastecen el pueblo. Es increíble, pero se puede ver la carne colgada, puestos de pescado que huelen a metros debido al fuerte que calor que se siente en el pueblo. Muy cercano hay puestos de frutas, puestos de ropa, puestos de abarrotes, productos de aseo personal y, nuevamente, da uno con un puesto de carne, pollo o pescado. Es una locura.
Imagen tomada de: http://static.panoramio.com/photos/original/24565557.jpg
Al llegar al centro nos encontramos con Luisa Flores, la artesana que nos iba a llevar por todo Tuchín mostrándonos cada uno de los rincones de la caña flecha. Luisa nos recibió con una sombrilla en la mano pues el calor era tan fuerte, que casi todas las mujeres que se veían caminando por las calles la portaban. Tenía además una cartera muy atractiva tejida por ella misma en caña flecha. Luisa nos llevó a nuestra primera parada, la casa de Marco Carpio. Marco es el artesano más conocido por tejer caña flecha sobre diferentes objetos. Para nosotros, su trabajo era bastante llamativo y nos parecía que podía funcionar muy bien sobre nuestras canoas. Nos explicó además todo el proceso de tintura de la caña flecha.
Lo primero que se hace es tomar las hojas más largas y de mejor estado de la mata de caña flecha. Ahora bien, para obtener las fibras limpias (que son las que se utilizan para los productos), se raspa la nervadura central con un cuchillo las veces que sean necesarias hasta que todo lo carnoso de la planta desaparezca y quede únicamente la fibra. Ya con la fibra en mano, el proceso de tinturado es muy interesante. Según Marco, la caña flecha es tinturada con la tinta que sueltan otros árboles, así como con un barro que se selecciona de ciertos terrenos alcalinos. Para los patrones de caña flecha en los que se combinan fibras de color natural con aquellas fibras más oscuras, sólo se tinturan con el barro las fibras que tienen por naturaleza algunos pigmentos o manchas negras, en cambio las fibras claras se seleccionan muy bien de la mata original y se secan al sol. Las que son pasadas por el barro, se llevan a cocinar en una olla de cerámica junto con hojas de diferentes árboles, Marco utiliza las hojas del árbol de Bija para hacerlo.
Productos de Marco Carpio
Caña Flecha tejida sobre objetos
Después de parar donde Marco, Luisa nos llevó al mercado de la caña flecha en Tuchín. Este es un mercado que está abierto todos los días desde las siete de la mañana hasta las doce del día. Ahí se venden muchos de los productos que todos los artesanos del municipio hacen en sus jornadas laborales. Es un mercado pintoresco además de tener una gran variedad de productos. Muchas de las artesanías de Marco estaban ahí, lo cual fue vital para nosotros pues pudimos garantizar que la calidad de su producción era bastante alta y que nuestras canoas iban a quedar en buenas manos.
Del mercado llegamos al taller de Luisa y para nuestra sorpresa, Luisa no solo era una artesana de Tuchín, sino la mejor artesana de caña flecha de toda la región. Es más, en una de sus paredes estaba colgado un gran cartel con su foto y un título que la nombraba la ganadora del premio de la Caña Flecha de la temporada. En su taller había más artesanos tejiendo y trabajando, gran parte de la producción que estaban haciendo era para la Feria Artesanal de Bogotá. Luisa nos contó que su talento se lo habían inculcado sus padres
desde pequeña y que por generaciones la caña flecha siempre había estado presente en la vida de los tuchinenses. “El que es de Tuchin sabe trabajar la caña flecha” -nos decía con su acento costeño.
Taller de Luisa Florez en Tuchín Córdoba
En el taller de Luisa compramos todo lo que necesitábamos, parecíamos unos niños en una dulcería. Nos sacaba todo tipo de colores, mezclas y patrones a un precio inferior que aquel que nos ofrecían en Bogotá.
Salimos de Tuchín a las horas de la tarde, no habíamos planeado en donde dormir porque no sabíamos qué tan larga iba a ser la compra de la caña flecha. Sin embargo, decidimos irnos a Lorica, un municipio intermedio entre Montería y Tuchín, para no volver a tomar el trayecto de dos horas que recorrimos por la mañana. Nos movilizamos en moto taxi, lo cual me encantó. Al llegar a Lorica nos sentamos en una de las tiendas del centro junto con muchos de los cordobeses que ya estaban terminando sus labores de la jornada. Nuestro viaje a Tuchín había sido una gran experiencia, nuestra materia prima no podía ser mejor y sabíamos que las canoas de nuestra colección de Ciénaga por Colombia iban a quedar tal cual las queríamos.
En Moto- Taxi, Viaje Tuchín- Lorica
Fuentes
Luisa Florez-Artesana Tuchín Córdoba
Marco Carpio- Artesano Tuchín Córdoba
Otras
Artesanías de Colombia
Información Municipal de Tuchín http://www.tuchin-cordoba.gov.co/indicadores.shtml
Padrón, I. E. (s.f.). Colombia Aprende. Obtenido de www.colombiaaprende.edu.co/html/directivos/1598/article-150896.html