Sin embargo, hemos visto que las técnicas que más utilizamos (monocultivos, transgénicos, fertilizantes y herbicidas químicos, entre otras) han sido cuestionadas respecto a su sostenibilidad en el tiempo. En este artículo esbozo como las técnicas de agricultura indígenas en ecosistemas frágiles pueden servir de fuente de inspiración para nuestros agricultores y agrónomos, teniendo en cuenta que ya lo hacen, como en el caso de los cultivos agroforestales[1] y la ganadería silvopastoril[2].
En la frágil selva amazónica habitan una gran cantidad de pueblos indígenas, cuyas culturas no tardaríamos en catalogar como tradicionales y poco tecnológicas. Lo que no vemos a simple vista son sus complejos sistemas de adaptación al medioambiente, de los cuales su forma de agricultura es un excelente ejemplo. Los cultivos amazónicos llamados chagras, se caracterizan por una pluralidad de plantas en producción y una rotación del lugar de las chagras una vez el suelo empieza a decaer su nivel de producción. Por esta razón las chagras amazónicas suelen estar en producción por máximo 10 años y luego son abandonadas para que la selva las consuma. Esto también significa que lo usual es que no se tenga una chagra, sino tres; una en crecimiento, otra en su máximo nivel de producción y la última cerca del nivel de abandono. La rotación exige a los indígenas talar nuevos lugares de bosque cada cierto tiempo para dar espacio a las nuevas chagras. Durante el periodo de abandono la selva reclama estos territorios y vuelven a crecer en ellos todo tipo de plantas. Luego, estos espacios son talados y quemados o talados y dejados a pudrir, dependiendo de la cultura, lo que en últimas se convierte en abono para la tierra donde más tarde sembrarán. Los beneficios de este sistema se hayan en el hecho que trata de imitar a la selva, lo que significa que la luz solar es percibida por la plantas de diferente manera y las gotas de lluvia las golpean diferenciadamente, de acuerdo a su tamaño. Las más altas reciben mayor cantidad de luz y la lluvia directamente, mientras las más bajas reciben menos luz y el agua les cae con menos fuerza. La diferenciación de luz y agua recibidas por las plantas es la que más las beneficia en su estadio natural. La mayor ventaja del sistema multicultivo amazónico es que en él la plagas se esparcen menos, dado que algunas enfermedades sólo afectan a plantas de determinadas especies y al estar estas separadas entre sí es menos probable que la plaga salte de planta en planta.
Dibujo de una chagra Uitoto por Vicente Hernandez
Distribución de los cultivos en la chagra anterior, mismo autor.
Finalmente, la última ventaja que resaltaré acá del sistema de chagra amazónica son las asociaciones que esta tiene con especies animales. En nuestra manera occidental de tratar la domesticación animales, los domésticos son aquellos animales fieros y salvajes que han sido reducidos y acostumbrados a la compañía del hombre. Para los indígenas esta no es la única manera de sacar provecho de los animales o de domesticarlos. En la chagra es usual que los indígenas cultiven plantas que no sean para su consumo, sino para el de los animales. Por tanto, la chagra no sólo alimenta al hombre, también alimenta a los animales y estos luego pueden ser cazados con mayor facilidad pues acostumbran estar cerca a la chagra. Es a los ojos indígenas una alianza, yo los alimento y ellos, los animales, estarán presentes cuando yo los necesite.
El sistema de chagras ha permitido a los indígenas amazónicos vivir por siglos en sus territorios sin afectar el ambiente negativamente. Al contrario, hay quienes afirman que la intervención indígena ha servido para consolidar la gran diversidad de especies de plantas y animales de este ecosistema de bosque tropical húmedo. En los cultivos occidentales hay cabida para integrar sistemas multicultivos que sean más beneficiosos para el medio ambiente, que utilicen mejor las características del trópico para su crecimiento en cuanto a luz y lluvia y que reduzcan la erosión por medio de la rotación y el uso extendido de compostajes verdes.
@farrrazola
Bibliografía:
· Chaves Margarita & Vieco Juan José. 1987. “Indigenas del Alto Putumayo” en Introducción a la Colombia Amerindia, editado por Instituto Colombiano de Antropología. Virtual, disponible en http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/antropologia/amerindi/putucaqu.htm
· Frnacois Correa. 1990. “La reciprocidad como modelo cultural de la reproducción del medio y la sociedad Taiwano”. En La Selva Humanizada. Editor Francois Correa. ICAN – Instituto Colombiano de Antropología
[1] Cultivo agroforestal. Consiste en cultivar árboles entre los cultivos, bien organizando aquellos en filas paralelas que dejan espacio entre sí suficiente para los distintos cultivos ya de cereales u hortícolas o bien dispersos entre los cultivos. Disponible Aquí.
[2] El sistema Silvopastoril está basado en la agroforestería, que se puede definir como “aquellos sistemas donde hay una combinación de especies arbóreas con especies arbustivas o herbáceas generalmente cultivadas.” (Henao Lafaurie, 2007). Mi colega Tomás Jaramillo lo comparó con la ganadería tradicional. Disponible aquí.