Algo que puede ser de gran ayuda en un futuro o simplemente se puede convertir en un capricho. Hoy en día, el injerto de nuevas frutas nos puede generar grandes beneficios, para así afrontar los cambios climáticos que se han incrementado en estos últimos años. Para comenzar, es de vital importancia aclarar que es un injerto, “La injertación es una técnica muy antigua de propagación vegetal, existen evidencias que prueban que era utilizada por los Chinos en el 1.000 A.C. Presumiblemente, el hombre haya tomado la idea a partir de la observación de los injertos que se producían naturalmente entre las ramas de los árboles al frotarse las cortezas entre sí por acción de distintos elementos, como por ejemplo el viento, y quedar expuestos los tejidos específicos que, con el tiempo, generaban una fuerte unión.” (Valentini, 2003).
Por este motivo, injertar consiste simplemente en unir o insertar una parte de una planta en otra, permitiendo así que queden unidas, y se desarrolle una sola planta. El objetivo fundamental de la injertación “consiste en posibilitar la multiplicación de una variedad o de una mutación de semilla o yema, conservando sus características ya que con la injertación no hay disgregación[1] de las mismas.” (Valentini, 2003). También, existen otras razones y estas son, propagar especies que no producen semillas viables en determinadas condiciones ambientales, aplicar la injertación en especies que producen muy pocas semillas, cuando se requiere adaptar los árboles a diferentes condiciones de clima y suelo, o el simple hecho de querer combinar dos frutas de diferentes sabores, para asi engendrar una combinacion única.
Para crear un injnerto con éxito, existen dos condiciones: No todo es injertable y entre más lejanos sean los géneros y especies, más difícil será lograrlo. El procedimiento, que une más de una variedad[2] en un mismo patrón, solo es posible entre especies estrechamente relacionadas. «En un solo árbol se puede injertar mandarina, naranja y limón», explicó el docente de la Facultad de Ciencias agropecuarias de la Nacional, Rodrigo Hoyos. Con un injerto, dijo, se busca unir dos partes, de dos árboles distintos: un individuo que tenga mejores características para condiciones del suelo y otro bueno para la parte aérea. La variedad seleccionada como raíz, que sería un árbol propio de la zona, ya está adaptado a sus condiciones y garantiza adaptabilidad, rusticidad y tolerancia a las mismas, como es el caso del naranjo silvestre y el limón rugoso.“El patrón, variedad asentada y encrustada en la tierra, permite adaptar esas variedades que de cierta manera son más débiles, y ayuda a que resistan las condiciones adversas de la zona entre ellas las plagas y enfermedades. Para la parte aérea, se buscan las variedades más comerciales, como el mango tommy y aguacate Hass.” (Agudelo,2010).
Por este motivo, la variedad seleccionada, además, debe adaptarse al clima en el cual se va a trabajar. También nombra el coordinador de propagación en el vivero Tierra Negra, Jorge Mario Henao, «Un aguacate Hass no se puede trabajar en la costa, como no se puede la variedad Lorena en el Alto de las Palmas, se puede trabajar como patrón, por ejemplo, un aguacate criollo del Oriente Antioqueño. De ahí sacas el patrón y a partir de ahí vas a trabajar el injerto de la variedad deseada”
Así, cada uno, podemos realizar estos tipos de injertos, asesorandonos con un experto para crear un fruto único y ejemplar para seguir mostrándole al mundo lo productivo que son las tierras colombianas. Pero ¿cómo hacerlo, qué frutos podrían dar resultados efectivos? “El injerto, explicó Henao, funciona muy bien en cítricos, duraznos, manzanos, peros, ciruelos y mango. Así, si en su tierra tiene árboles de naranja, no descarte la posibilidad de obtener más variedades de este cítrico”.(Agudelo, 2010). No nos quedemos con las ganas y veamos los ejemplos que en la actualidad ya se están legitimando y a la vez están creando oportunidades de negocio muy exitosas, como lo es el tomate de árbol de mora, y el lulo con maracuyá. Reitero, no nos quedemos con las ganas y demos ese gran paso.
[1] Disgregación: desunión de las partes de un todo que era compacto.
[2] El aÌrbol frutal, generalmente, consta de dos partes diferenciadas: una, la raiÌz, a la que se denomina PATROÌN y, otra, la VARIEDAD, que es la que proporciona la fruta. Ambas partes estaÌn unidas por el INJERTO.
Referencias:
ANA MARÍA CHICA AGUDELO . (23 DE MARZO DE 2010). Injertos en plantas: explote los frutos de su tierra. 23 DE MARZO DE 2010, de ElColombiano Sitio web: http://www.elcolombiano.com/historico/injertos_en_plantas_explote_los_frutos_de_su_tierra-CWEC_83045
Valentini Gabriel. (2003). La injertación en frutales. Centro Regional Buenos Aires Norte: Estación Experimental Agropecuaria San Pedro.