Juan Carlos Gómez Molina, nacido en Pacho Cundinamarca y con más de treinta años en el Llano; es un hombre del campo y agricultor, con la responsabilidad de administrar sus negocios de Plantas y Palmas ornamentales, producción de Rambután, y de Mangostino.
Es un emprendedor con una visión del campo envidiable, que demuestra experiencia y años de trabajo con la tierra y sus cultivos. Su interés por el cultivo de Rambután y Mangostino es tan importante que fue el primer agricultor en registrar en el ICA ( Instituto Colombiano Agropecuario) el Lichi o Rambután para ser exportado y comercializado.
ANeIA y su grupo de trabajo, tuvo la oportunidad de visitar y conocer a este gran representante de la agricultura del Llano y observar de primera mano, el proceso y la experiencia de los cultivos de Mangostino, y su desempeño en el Piedemonte Llanero. Hace ocho días, nuestro foco representativo de la producción de la Reina de las Frutas en el territorio colombiano se ubicaba en el Tolima en el municipio de San Sebastián de Mariquita. Después de realizar una investigación más profunda sobre los proyectos agrícolas que existen en el país para esta fruta, llegó al portal el conocimiento de la producción, cultivo y distribución del Mangostino en los Llanos Orientales.
Juan Carlos Gómez, tiene cultivados en el piedemonte llanero entre los municipios de Restrepo y Cumaral, departamento del Meta cincuenta hectáreas de Mangostino y aproximadamente siete mil árboles; que se encuentran mezclados con Palmas y Plantas ornamentales que además son útiles para cubrir con sombra al árbol de Mangostino en los primeros años luego de haber sido sembrado, además, el espacio y terreno también se cultiva junto con los árboles de Rambután o Lichi. Las hojas secas que arrojan estas plantas y árboles, las utiliza el agricultor para ponerlas en el tallo o base de la planta cuando el árbol lleva pocos años de sembrado, de esta forma, en tiempos de verano las hojas guardan humedad al árbol, se controla el crecimiento de malezas y se fertiliza al Mangostino.
Imagen de: Finca de Juan Carlos Gómez Molina
A pesar que la región del Tolima en número de hectáreas sembradas, es el departamento con mayor cantidad de árboles de Mangostinos sembrado en el país, Juan Carlos Gómez, es el propietario agrícola con mayor cantidad de árboles sembrados en sus propios predios. Es decir, es el mayor productor independiente de la Reina de las Frutas en toda Colombia. Su proyecto industrial comenzó hace quince años cuando sembró sus primeros árboles de Mangostino.
La experiencia la ha enseñado que la distancia prudente para sembrar cada árbol para que no se obstruya su crecimiento y la producción de la fruta sea óptima, debe ser de nueve metros entre cada Mangostino. Los árboles se fertilizan tres veces al año, con la intención de tener la mayor productividad posible en tiempos de cosecha. Los meses de recolección comienzan a mediados de Junio y se extiende hasta finales de Julio. En este periodo la finca de Juan Carlos produce de forma ascendente hasta treinta toneladas diarias que se estabilizan en un tiempo de tres días, después este punto máximo de recolección disminuye progresivamente hasta culminar la época de producción.
Para Juan Carlos Gómez, el cultivo y la producción del Mangostino debe estar entre los 500 metros hasta 1000 metros sobre el nivel del mar. Al ser una fruta de trópico, el Piedemonte Llanero es un lugar ideal y espectacular para la producción del Mangostino por la necesidad de humedad que requiere el árbol, así lo mencionó Juan Carlos. Quien además reveló que existen muchos proyectos en el Llano para aumentar la fuerza de producción de la fruta y así abrir puertas en el extranjero e incursionar en los Estados Unidos, país con mayor demanda de la Reina de las Frutas.
El árbol de Mangostino según los estudios de este agricultor, tiene una vida de producción de entre 150 a 200 años, es una fruta que a diferencia del Rambután su sexualidad no determina la producción de la fruta, tanto las hembras como los machos producen la fruta en las mismas condiciones. En el Lichi o Rambután, son las hembras las que producen la fruta; y agricultores como Juan Carlos Gómez deben hacer un proceso de selección y clonación del árbol para que todos sus ejemplares den producción.
En cuanto a la distribución y comercialización de la fruta, toda la producción que se obtiene en esta finca, se exporta a Canadá, país con el que desde hace unos años se ha venido realizando transacciones y envíos constantes. Las frutas recolectadas en un día, pasan a un espacio en el que se les realiza un proceso de beneficio, a diferencia del Rambután que su beneficio es a base de agua, el Mangostino es expuesto a corrientes de aire o viento fuertes, que limpian de bichos e insectos a la fruta. En horas de la noche, se envían los furgones a la ciudad de Bogotá, para que en el mañana sean cargados y despachados por avión a Canadá. Debido a que el Mangostino debe ser consumido en un periodo de 10 a 12 días la fruta debe llegar en un tiempo límite de menos de dos días a su sito de comercialización final.
@Jsrestrepo92
Bibliografía
Toda la información utilizada para la conformación de este artículo, fue obtenida a través de una entrevista y trabajo de campo en los predios de Juan Carlos Gómez Molina en el departamento del Meta, Colombia. La visita por el Portal de ANeIA (Agro Negocios e Industria de Alimentos) se realizó el Sábado 15 de Agosto del año 2015.
Agradecimientos a:
Juan Carlos Gómez Molina.