Autor: Juan Diego Vargas.
La emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) ha generado una serie de afectaciones a nivel global, manifestándose en impactos económicos, sociales y ambientales significativos. La concentración excesiva de estos gases principalmente debido a actividades como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva, produce el denominado efecto invernadero. Este fenómeno incrementa la temperatura global, generando el cambio climático, el cual conlleva una serie de consecuencias para la humanidad como el aumento del nivel del mar, fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de biodiversidad y afectaciones a la salud humana.
Como respuesta a esta problemática, los gobiernos y organismos internacionales han desarrollado políticas y mecanismos para reducir las emisiones de GEI y mitigar los efectos del cambio climático. Entre estos mecanismos, los mercados de carbono emergen como una herramienta clave. Los mercados de carbono permiten la compra y venta de créditos de carbono, incentivando a las empresas y países a reducir sus emisiones al ofrecer beneficios económicos por la adopción de prácticas sostenibles.
Los mercados de carbono son sistemas donde se compran y venden permisos para emitir una cierta cantidad de gases de efecto invernadero. Estos permisos permiten que las empresas y otras entidades compensen sus emisiones de GEI. El objetivo principal de estos mercados es reducir las emisiones totales de GEI, ayudando así a combatir el cambio climático.
Existen dos tipos de mercados de carbono: los regulados y los voluntarios. Los mercados regulados son establecidos por leyes y normativas gubernamentales que imponen un límite a la cantidad total de emisiones permitidas. Dentro de estos mercados, las empresas reciben o compran un número limitado de permisos de emisión. Si una empresa emite menos de lo permitido, puede vender sus permisos sobrantes a otra que necesite emitir más, incentivando así la reducción de emisiones.
Por otro lado, los mercados voluntarios no están sujetos a regulaciones obligatorias. En estos mercados, empresas y personas compran créditos de carbono por su propia iniciativa, a menudo como parte de sus esfuerzos de responsabilidad social corporativa o para mejorar su imagen pública. Los créditos en los mercados voluntarios suelen provenir de proyectos que reducen o eliminan GEI, como la reforestación, las energías renovables y la conservación de bosques. Ejemplos de participantes en estos mercados incluyen grandes empresas tecnológicas que buscan compensar sus emisiones para alcanzar metas de sostenibilidad.
El funcionamiento de los mercados de carbono se basa en mecanismos específicos y la participación de diversos actores. En primer lugar, el mecanismo de “cap-and-trade” (tope y comercio) es común en los mercados regulados. En este sistema, el gobierno establece un límite máximo a la cantidad total de gases de efecto invernadero que pueden emitirse. Se emiten permisos o créditos de emisión que suman este tope. Cada empresa recibe una cantidad determinada de permisos; si emite menos GEI de lo permitido por sus créditos, puede vender los permisos sobrantes a otra empresa que necesite emitir más. Esto crea un incentivo financiero para reducir las emisiones, ya que las empresas más eficientes pueden beneficiarse económicamente.
Otro mecanismo es el de los créditos de compensación, que representan reducciones reales de emisiones logradas a través de proyectos específicos como la reforestación, la captura de metano o la instalación de energías renovables. Empresas o individuos pueden comprar estos créditos para compensar sus propias emisiones de GEI.
Con respecto a lo anterior, se puede decir que los mercados de carbono regulados ofrecen múltiples beneficios que justifican su implementación. Puesto que, contribuyen a la consolidación de una estrategia clara para la reducción de emisiones. Al establecer un límite máximo de emisiones, se asegura que las emisiones de los sectores cubiertos estarán por debajo de ese límite. Además, los mercados de carbono promueven la transición hacia un crecimiento económico sostenible y bajo en carbono. Este mecanismo fomenta un equilibrio entre la prosperidad económica y la protección del medio ambiente, incentivando a las empresas a adoptar tecnologías y prácticas más limpias y eficientes.
En Colombia, el mercado de bonos de carbono ha existido por más de una década, experimentando un crecimiento significativo desde 2017 cuando el gobierno de Juan Manuel Santos implementó un incentivo tributario que permitió a las empresas reducir el pago del impuesto al carbono mediante la compra de bonos. Sin embargo, este impulso inicial se vio afectado recientemente por la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro, que limitó la capacidad de las empresas para reducir el impuesto al carbono a través de bonos.
En 2018, el Ministerio de Ambiente reglamentó el mercado, obligando a todas las iniciativas que reportan reducciones contaminantes a registrarse en la plataforma Renare, administrada por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). Aunque Renare comenzó a operar en 2020, enfrentó problemas cuando en el año 2022 el Consejo de Estado ordenó su suspensión debido a una demanda que cuestionaba la participación en el mercado. Esta suspensión ha dejado al mercado sin información pública actualizada, lo que, según Silvia Gómez de Gaia Amazonas, incrementa el riesgo de abusos y falta de regulación adecuada, afectando tanto a las comunidades involucradas como a las empresas intermediarias.
El mercado de bonos de carbono en Colombia ha mostrado un potencial significativo para contribuir a la reducción de emisiones y al desarrollo sostenible. Sin embargo, enfrenta desafíos importantes relacionados con la regulación, la transparencia y la participación de las comunidades. La implementación y mejora de una plataforma pública es crucial para garantizar la integridad del mercado, proteger los derechos de las comunidades y fomentar la confianza de los compradores internacionales. Un mercado de carbono bien regulado y transparente puede ser una herramienta poderosa para promover prácticas sostenibles y combatir el cambio climático.
Referencias Bibliográficas.
La silla vacia. (2023, 03 de octubre). ASÍ ES EL MERCADO DE BONOS DE CARBONO QUE EL ESTADO, POR AHORA, NO VE. Recuperado mayo 18, 2024, de https://www.lasillavacia.com/silla-nacional/asi-es-el-mercado-de-bonos-de-carbono-que-el-estado-por-ahora-no-ve/
Ministerio de ambiente. (s.f). Mercados de carbono. Recuperado mayo 18, 2024, de https://www.minambiente.gov.co/mercados-de-carbono/contexto-mercados-de-carbono/
Universidad de Los Andes. (2024, 15 de enero). ¿Qué son y cómo funcionan los mercados de carbono? Recuperado mayo 18, 2024, de https://uniandes.edu.co/es/noticias/ambiente-y-sostenibilidad/que-son-y-como-funcionan-los-mercados-de-carbono