Otro de los temas actuales que trabaja es la “Seguridad Alimentaria” en el que ya viene preparando una serie de cursos gratuitos sobre huertas urbanas, como uno de los métodos más eficaces para solventar problemas de acceso y abastecimiento de alimentos y por supuesto el hambre. Hay varios programas a nivel nacional y local sobre este tema y varias organizaciones y colectivos se encuentran trabajando actualmente en el tema. Es por ello que se quiere tener en cuenta no solo las huertas urbanas, sino lo que se llamó en este encuentro “Los Campesino Bogotanos”. Una de las localidades más grandes con las que cuenta la ciudad es la de Sumapaz; un páramo, que a su vez es parque nacional y localidad que hace parte de la ciudad de Bogotá, donde hay una baja densidad poblacional y tiene una de las comunidades de campesino más grande del país.Su territorio es muy empinado, pues alta montaña, no solo producen alimentos; también son guardianes de ríos, quebradas, arroyos, bosques húmedos y por supuesto limitan con los páramos. Es por ello que se quiere con este encuentro, dar un espacio para que estos campesino de este territorio en especial, se den a conocer, al igual que otros habitantes de varias localidades aledañas a la de Sumapaz, se den a conocer y hacer sentir su voz, no en son de protesta, sino más bien en una forma más cordial y cercana a la ciudadanía, a que se conozcan mutuamente, se den por enterados de su existencia y de la ardua labor que exige la tierra el campo para su trabajo. Esto en el sentido en que es el inicio de una serie de cadenas de valor que se entrelazan a partir de la producción o economía rural, que sostiene muchas pequeñas familias, quienes intercambian sus productos y venden a mercados locales y plazas y centros de abastos en la ciudad “los alimentos de la tierra”.
El director del jardín botánico de Bogotá José Celestino Mutis, el señor Luisz Olmedo Martínez. Abre este encuentro con palabras bastante alentadoras sobre el estatus cuo que vive actualmente el jardín botánico y las diversas reformas estructurales que vive y vivirá el jardín; ya que el próximo año se cumplirán 60 años y tendrán 60 reformas estructurales que compartir a los bogotanos y visitantes que van allí.También es importante destacar el apoyo y trabajo que han tenido en investigación y realización de proyectos junto con la Secretaría de Planeación, que han aglomerado el trabajo frente al consumo y producción de alimentos, de la mano de productores, académicos, campesinos, consumidores y distribuidores; en la que visibilizan el conocimiento de su territorio y la región en torno a la agricultura.Para ello el jardín botánico propone un espacio para el dialogo, formulación y ejecución de proyectos frente a un tema bastante interesante frente a la “Agroecología”, un modelo de producción muy pequeño, de baja cantidad de producción, pero que demanda una serie de trabajos, cuidados y métodos de sembrado muy especiales, que ayudan a tener una gran variedad de productos en un solo territorio, sin recurrir a los monocultivos; permitiendo que la calidad del producto obtenido – adquirido sea de excelente calidad, manteniendo todas sus características originales y por su puesto su esencia su espíritu de vida como alimento que ofrece al consumo humano.
Es claro que el trabajo sobre el territorio es fundamental, desde la semilla, el intercambio socioeconómico de esta, las redes de campesino, el tejido humano que con lleva a este tipo de truques; el cuidado de las fuentes hídricas, el cuidado de la tierra, su estacionalidad y descanso, variación de cultivos y por supuesto el clima. Son factores muy importantes, de tener en cuenta, valorar y dar las gracias a estos actores que hacen parte de lo que mal llama “minorías” que deberían ser “mayorías”, como son los indígenas, afrodescendientes y los mismos campesinos, que quieren dar a conocer sus saberes dentro de sus territorios que viene desde hace muchas eras y que hoy comparten con las grandes urbes en este caso con los bogotanos y su agitada vida y ver las bondades y ventajas que ofrece el vivir en el campo.
El secretario de Planeación, el señor Gerardo Ardila; habló sobre cómo los estudios paleontológicos en la sabana de Bogotá, no solo muestran vestigios de las comunidades indígenas que habitaron en territorio, sino muchas eras más atrás donde grandes mamíferos vivieron y sufrieron los cambios climáticos planetarios y las consecuencias que estos tuvieron que afrontar en aquel tiempo. El señor Ardila, también habla de los grandes impactos que se tiene en la ciudad por la contaminación de aguas, aire y tierra que vive la ciudad pero que hay esperanzas de poder aminorar el impacto negativo ambiental sobre la ciudad a partir de iniciativas gubernamentales junto con la ciudadanía, para poder trabajar en ello, uno de esos trabajos es la relación que existe entre alimento, territorio y ecosistemas.
Dentro las conferencias que se pudieron asistir, se tuvo la oportunidad de tener la presencia de experto que trabajan sobre el tema. Julio Carrizosa, ambientalista presento la charla de “El terruño y las culturas persistentes en el altiplano” en el que habla la agroecología como la respuesta a la restauración del territorio colombiano sí se logra el acuerdo de paz que se tiene actualmente. También habló de lago fundamental que en Administración, en los negocios y la industria se tiene que tener en cuenta, y es ser un hombre emocional, de sentimientos, de razón de corazón, de que tenga una consciencia limpia y clara; en este caso habla refiriéndose al amor y al cariño que se tiene por el cuidado a la tierra en la naturaleza y todos sus componentes. Por lo que la agroecología es una parte sustentable que la tierra puede tener de la buena mano de los seres humanos en producción agrícola y ambiental.
Mientras que Inés Cavallier, quien trabaja en Patrimonio Natural habla sobre el valor patrimonial de la biodiversidad en general que se tiene en el territorio colombiano y las relaciones cosmogónicas, humanas y de la naturaleza en general y la relación que se tiene en entres estos tres puntos en el que la semilla no es solo generador de vida, sino también generador de alimentos, sustento para la humanidad, la tierra y la naturaleza en sí misma.
En la muestra de imágenes, hay una serie de ejemplos como los indígenas U’wa en el Cocuy y sus viajes entre las montañas dividen la cosmogania de su ser, tradición y pueblo. Cavallier, también ilustro una serie de conocimientos botánicos en que provienen del Amazonas, al igual que las “Zoteas o Azoteas” del Pacífico Colombiano, donde guardan una serie de saberes tradicionales y ancestrales, sobre el uso de la biodiversidad de este territorio en específico en aspectos como la cocina y la medicina local de estos pueblos que viven a los orillas de ríos, playas, mangles, y una selva tupida que encuentra en una forma de vida muy peculiar fuera de las grandes urbes colombianas.
Otra sección que se pudo ser oyente de este encuentro se llamó “El Círculo de la Palabra” con el tema Restauración de sistemas productivos en ecosistemas de alta montaña, acciones y perspectivas.
Allí se dio un espacio para dar la palabra no solo a estudiosos académicos, sino también a líderes campesinos de varios pueblos, corregimientos y veredas de Cundinamarca y el sur de Colombia. Brevemente se explicaron personajes, sobre su trabajo directo con el campo o con esas mal llamadas “minorías” en la que se puede tener como un estudio de caso, en el que se puede tener en cuenta para hacer lecturas de territorio y acciones pertinentes sobre un trabajo honesto y adecuado del campo visto desde la gestión, organización y gerencias no solo de proyectos, sino también de empresas, colectivos y cooperativas; en el que es primordial no solo escuchar al campesino que conoce su tierra como la palma de su mano; sino también escuchar y saber observar la tierra y poder aprovecharla de manera máxima y optima, sin degradarla o erosionarla. El primer día participaron:
Orlando Vargas de la Universidad Nacional.
Belisario Villalba de Los Soches.
Fernando Castrillón del Grupo Semillas.
Braulio Gutiérrez de Corpoica.
Andrea Moya del Parque Chaquén.
Camilo Erazo de Parques Nacionales.
También hubo unas mesas de trabajo en las que se pudo hablar de forma más amplia entre los campesinos, ciudadanos y activistas de la agroecología de varias partes de Bogotá y el país. Los temas de las mesas fueron:¿Qué es un proceso de transición, cuáles son esas prácticas agronómicas ecológicas y cómo generar escuela entorno a estas?¿Qué entendemos por sistemas agrosilvopastoriles, cómo diseñarlos y con qué plantas aliadas?
¿Cuál es nuestra huerta soñada y qué nos permite identificarnos con ella?
Flores y frutos de los ecosistemas de alta montaña: usos y manejos.
¿Cuáles han sido los restos de la agricultura urbana y cuál es su aporte a la ciudad?
¿De qué manera nos coordinamos para consolidar como RED en Bogotá – región?
Por últimos se pudo también visitar una sección del segundo día llamada “Creatividad y Alimento”. Una serie de carpas donde se instalaron varios stands o puestos de información, enseñanza y venta de productos Agroecológicos que se tiene en Bogotá – región.
Restaurantes como Arazza, Wok, Abasto, Mini – Mal, Escuela Taller de Bogotá y Tunja, dieron muestras culinarios de diferente índole para conocer lo que se puede hacer con la agrobiodiversidad del país en la cocina. Entidades como el mercado Agroecológico Campesino, Mercados Campesinos entre otros, llevaron productos como frutas verduras y de la industria alimentaria ecológica, para darlos a conocer al público asistente y ver las bondades que se tiene frente a otros productos que se encuentran en los mercados. En otros casos como El Nahual, Carnaval del Maíz, Censat, Red de Guardianes de Semilla, Tierra Verde, CICC junto a Universidades como la Universidad Nacional y Universidad Minuto de Dios presentaron apoyo y en charlas y muestras de cómo han progresado con sus trabajos en temas como la semilla, la tierra y proyectos de investigación.
Cabe resaltar la fuerte presencia del grupo Slow Food, con su stand en el que se pudo ver el trabajo que se tiene frente a baluarte de productos que se tienen no solo en el mundo sino también en Colombia, y la participación que ha tenido el país en eventos como Terra Madre y el Salón del Gusto en Turín-Italia y lo que será el Terra Madre Day, todo gracias a su presidenta y representante principal Julia Tovar Rojas en Colombia quien habla con propiedad de lo que este movimiento gastronómico internacional quiere hacer por la alimentación buena, limpia y justa a nivel mundial en especial los países de índole agrícola como es Colombia.