Según lo acordado en la Cumbre Mundial Sobre la Alimentación, “…la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento acceso físico y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades alimenticias y sus preferencias, a fin de llevar una vida activa y sana”. (Semana, s.f)
El fenómeno de los problemas de hambre debido a los conflictos armados se remonta a los años 90 y continúa en la actualidad. Los países en desarrollo son los principales afectados por estos hechos. En el sector agrícola la guerra ocasiona la destrucción de cultivos y la matanza de ganado, además que la fuerza laboral que podría ser utilizada para la producción de alimentos suelen ser combatientes de la guerra.
Se ha encontrado que los mayores costos que deja la guerra no son los costos directos ocasionados por el conflicto, sino los costos indirectos que pueden afectar a una sociedad muchos años después de que el conflicto haya terminado. La FAO ha encontrado que con el transcurso de los años los desastres provocados por el hombre se han convertido en la principal causa de las emergencias alimentarias, puesto que antes se le otorgaba a las diferentes catástrofes naturales. Los principales continentes que se ven afectados en términos alimentarios debido a los conflictos armados son África, Asia y América Latina.
Colombia está dando un gran paso hacia la búsqueda de la seguridad alimentaria en Colombia mediante la búsqueda del Tratado de Paz con las FARC, en donde no solo se busca acabar con el conflicto armado, sino que también se desea explotar el potencial agrícola que tiene la nación. Por otro lado, el gobierno va más allá buscando no solo lograr la seguridad alimentaria sino una soberanía alimentaria. En 2012, el Parlamento Latino acordó precisar la soberanía alimentaria como “el derecho de un país a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos, que garanticen el derecho a la alimentación sana y nutritiva para toda la población, respetando sus propias culturas y la diversidad de los sistemas productivos, de comercialización y de gestión de los espacios rurales” (Semana, s.f)
En términos de desarrollo social dicha decisión puede resultar trascendental ya que según la FAO el 11,4% de los colombianos padece de hambre. Por esto el Tratado de Paz enfocado en el sector agrícola puede brindar soluciones a dos de las mayores problemáticas del país como lo son la guerra y el hambre. Sin embargo, como se puede leer en el articulo “Esta es la Paz de Santos” embarcar una gran suma de recursos hacia el sector agrícola puede tornarse riesgoso para la economía. Lo anterior debido a que la rentabilidad que ofrece el sector agrícola es bajo en comparación a la rentabilidad que puede ofrecer otros productos, además la inversión necesaria para poder lograr una eficiencia en la producción es bastante elevada. Igualmente se suman los problemas de corrupción que afronta el país, hace que esta decisión pueda tornarse riesgosa en un desarrollo económico en el mediano y largo plazo.
Bibliografía:
El Universal. (s.f.). Recuperado el 07 de 03 de 2017, de El Universal : http://www.eluniversal.com.co/colombia/derechos-humanos-de-campesinos-deben-prevalecer-en-politica-antidrogas-farc-148895
Los conflictos, l. a. (s.f.). FAO. Recuperado el 05 de 03 de 2017, de FAO: http://www.fao.org/docrep/x4400s/x4400s07.html
alimentaria, S. y. (s.f.). Semana. Recuperado el 05 de 03 de 2017, de Semana: http://sostenibilidad.semana.com/ediciones/articulo/seguridad-soberania-alimentarias/31416