Esta comida es desechada en los diferentes eslabones de la cadena previa al arribo del consumidor final. A estos desechos se les conoce como los alimentos perdidos. Por otro lado, una gran cantidad de alimentos son desechados por los consumidores, conocidos como comida gastada. Estos datos resultan preocupantes puesto que cerca de mil millones de personas sufren de hambre sin contar todos los recursos como energía y agua que se utilizan para producir estos alimentos (FAO, 2011).
En la siguiente gráfica podemos observar cómo los alimentos perdidos (Azul) y la comida gastada (anaranjado) es una problemática que afecta a toda la humanidad. Se puede observar que los países más desarrollados suelen tener una mayor proporción de comida gastada, mientras que los países en desarrollo suelen tener una mayor cantidad de alimentos perdidos.
La principal causa de alimentos perdidos se debe a los diferentes controles de calidad que se realizan antes que lleguen al consumidor final. Debido a la naturaleza no todos los productos cumplen con los mismos estándares, sin embargo, los consumidores están acostumbrados a ciertos productos. Por esto muchos de los alimentos deben ser desechados debido a que no cumplen con la “forma” o los estándares establecidos. Esta problemática sucede principalmente en las frutas y en las verduras en donde es necesario desechar casi la mitad de los productos debido a sus “imperfecciones” (FAO, 2011).
Ante la preocupación que se estaba generando debido a los alimentos que se estaban perdiendo en buen estado debido a unas costumbres sociales, en Europa y Australia surgió un nuevo movimiento denominado el “movimiento de la comida fea”. Este movimiento busca incentivar el consumo de estos alimentos que pese a que no tienen los estándares a los que estamos acostumbrados son productos en buena calidad que pueden ser consumidos. Este movimiento no solo comienza a tener gran acogida, sino que también ha dado la oportunidad a muchos emprendedores a crear ideas de negocio en torno a estos productos que han resultado muy exitosas (Chaturvedi, 2017). Además de esto, muchas organizaciones sin ánimo de lucro buscan ayuda de los restaurantes y agricultores para recolectar esta “comida fea” y poder crear alimentos y meriendas para los hambrientos (Long, 2017). Sin embargo, estas nuevas ideas hasta ahora están comenzado a darse y el porcentaje de la población que es consciente y ayuda a resolver esta problemática es muy baja. Además, son tendencias que se han dado en los países desarrollados en donde los mayores desperdicios se dan por la comida desechada y no por los alimentos perdidos.
La problemática de la comida desechada resulta un poco más difícil de combatir puesto que esta se genera por diferentes motivos como la sobreproducción en ciertos restaurantes o la compra en cantidades extrema por parte de los consumidores. Además, los alimentos perdidos también suele darse debido a su descomposición. Sin embargo, algo que tienen en común ambas problemáticas es que es necesario que las personas sean conscientes de la incomprensible situación que se esta presentando y puedan aportar su grano de arena para acabar con el desperdicio de manera directa e indirecta. Algo que abre una luz de esperanza es la expansión de las diferentes tendencias alimentarias que aportan al cuidado ambiental, lo cual abre nuevas oportunidades de negocio que pueden aportar a mejorar las cifras de desperdicios de alimentos, pero que a su vez pueden representar una nuevo medio de ingresos.
Bibliografía
CHATURVEDI, A. (20 de 01 de 2017). Everything You Need To Know About The Ugly Food Movement That’s Trying To Fight The Problem Of Food Waste.
Long, J. (20 de 03 de 2017). Nelson Environment Centre turns ‘ugly’ food into valuable meals for needy.
FAO. (s.f.). Food Loss and Food Waste. Recuperado el 22 de 03 de 2017, de http://www.fao.org/food-loss-and-food-waste/en/.
SeedBuzz. (s.f.). Ways to Cut Global Food Loss and Waste in Post Harvest. Recuperado el 2017 de 03 de 22, de http://www.seedbuzz.com/knowledge-center/article/ways-to-cut-global-food-loss-and-waste-in-post-harvest