Todos estos productos tienen unas características que los hacen diferentes y relevantes a la hora de pensar en aceites. Sin embargo, años atrás en países como Estados Unidos y México se viene produciendo aceite de aguacate como un sustituto a muchos de los anteriores, y complemento de otros. Este posee una serie de propiedades que lo hacen único y que exaltan su importancia sobre los demás. La cantidad de ácidos grasos vitales y omegas que este posee, lo hacen más saludable en comparación con los tradicionalmente utilizados. La tolerancia a las temperaturas hace de este un aceite que ofrece una temperatura de humo superior, lo que evita que se queme con tanta rapidez a temperaturas estándares de cocción.
El principal traspié que ha tenido el ingreso del aceite de aguacate a las empresas productoras de aceite en el país es su alto costo, por ser importado, ya que actualmente no se produce en Colombia, lo que lo hace inviable para las empresas nacionales. No obstante, el montaje de una plata de producción de aceite de aguacate en el país no está tan lejos como muchos piensan, ya que el continuo crecimiento en el cultivo y producción de la fruta y la facilidad de crear empresa que por estos días se vive en el país, dan pie para que el montaje de una plata de este tipo esté en cabeza de muchos. Con un proyecto como este se podría llegar a producir aceite de aguacate de manera que se obtenga un producto asequible, inicialmente para productores y comercializadores, los cuales conocen los beneficios que este posee, y que posteriormente serán los encargados de comercializarlo, bien sea puro o virgen, o en mezclas que nutran de propiedades nuevas y positivas las mezclas que tradicionalmente se producen y comercializan en nuestro medio.
Si puede lograrse que el aceite de aguacate sea un producto rentable para los productores, tras la implementación de platas de extracción del mismo en Colombia, el siguiente paso para mercadearlo va por cuenta de productores y comercializadores de aceites y productos grasos, ya que serán los encargados de educar y concientizar a los consumidores acerca de los beneficios que este posee; este proceso puede compararse con el llevado a cabo hace unos años con la introducción del aceite de oliva al mercado colombiano y la transformación de este en un bien de uso masivo.
En mi opinión el aceite de aguacate es una opción que trae muchas posibilidades de expansión agroindustrial, y en la industria de alimentos, pues a través del montaje y puesta en marca de una planta de extracción se logra volver asequible para el consumidor colombiano un producto con una infinidad de beneficios funcionales y para la salud.