El documento de diseño conceptual y metodológico del censo aclara: “Sólo se levanta información sobre identificación, localización, tamaño de la unidad censal, vivienda y población” (CNA, 2014) para las unidades censales no agropecuarias. Colombia es un país sumamente rural en el que la dicotomía área urbana – area rural no es suficiente, el Informe de Desarrollo Humano del PNUD del año 2011 argumenta las razones por las que esta dicotomía se queda corta, por tanto, incluso sugirió la creación de un índice de ruralidad en el que se pudiera delimitar con mayor certeza por las características de un predio en que grado de urbanidad o que grado de ruralidad debía ser considerado. El Censo Nacional Agropecuario puede ser una valiosa herramienta para la construcción de ese índice. Sin embargo, un censo que sólo considere dignas de ser registradas las actividades agropecuarias en lo que nosotros, desde la ciudad llamamos ‘rural’, alude a la conclusión anterior. Es volver a ver el campo y a sus pobladores únicamente como productores de materia prima orgánica y negarles, desde la falta de reconocimiento y la posterior inexistencia de políticas públicas, las oportunidades que puedan tener en otros sectores de la economía.
El censo estuvo muy cerca de ser un gran censo rural, pero perdió esa potencialidad al no ser capaz de mirar al campo con ojos más amplios.Algunos de los casos en donde no se ha recolectado información económica clave son por ejemplo las fincas en el eje cafetero que han perdido su vocación netamente cafetera para dedicar mayores esfuerzos al turismo. En muchos otros pueblos el turismo es una fuente para nada despreciable de ingresos, estoy pensando en Villa de Leyva (Boyacá), pero ejemplos deben haber muchos. Otros casos son los sombreros ‘vueltiaos’ de Tuchín (Córdoba) y Sampues (Sucre), las vajillas pintadas del Carmen de Viboral (Antioquia), o la peculiaridad del municipio de Don Matías (Antioquia) en donde las remesas constituyen el reglón más fuerte de la economía. Hay muchos pobladores rurales que han comenzado a trabajar en servicios e industria, incluso en las mismas áreas rurales y que por como fue concebido el censo no tendrán mayor representatividad en las estadísticas nacionales. Se pierde una oportunidad de oro para recolectar información acerca de las actividades no económicas rurales, actividades vitales para lograr desarrollo rural porque le permiten a los pobladores rurales complementar sus ingresos con otras actividades cuando la cosecha o los precios están malos (diversificación de riesgos), producir productos no necesariamente de materias primas que suelen tener mayor precio y capacitarse en habilidades que les pueden ser útiles si deciden, o se ven forzados, a dejar el campo.
Referencias:
· CNA – 3er Censo Nacional Agropecuario. MinAgricultura y DANE. (2014). Diseño Conceptual y Metodológico del 3er CNA-2013-2014. Colombia. Disponible en: http://www.si3ea.gov.co/Lena/2014/1A/5_UPME_2014.pdf
· PNUD – Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2011). Informe Nacional de Desarrollo Humano – Colombia Rural, Razones para la Esperanza. Bogotá, Colombia
· Roetter, R.P. Van Keulen, H. Kuiper, M. Verhagen J. Van Laar, H.H. (2007) Science For Agricultural And Rural Development In Low-Income Countries. Dordrecht, The Netherlands: Springer.