Los problemas de los paperos ocurren ya que los insumos son bastante costosos al ser importados y los márgenes de ganancia son de entre el 4% y 6%. Resulta curioso que se haya ofrecido el post Acuerdo como la gran salvación de Colombia, pero que productos que últimamente no han sido afectados por el conflicto armado igual terminen en declive por la falta de iniciativa de los interesados en el sector.
¿Qué soluciones hay? Muchas de las acciones hechas han sido diversificar productos y asociarse. Caso concreto es el de COPABOY la cual usa semillas ancestrales certificadas y vende directamente a restaurantes como Wok. Si se apoyan esfuerzos así, se reducirá la importación de alimentos y los alimentos locales serán más atractivos.
Es justo que las partes del país que el gobierno dice que no habrá “posconflicto” tengan mayor bienestar. Sólo 125 municipios de los casi 1,100 que tiene el país serán donde ocurra el posconflicto. Entre los dichos municipios, ninguno está en Boyacá, principal despensa agrícola del país[1]. Parece irónico que la cuna de los paros agrarios de esta década sea uno de los lugares más desarrollados del país y a la vez sufra por la poca ayuda para mejorar su productividad agraria. Es importante que las zonas más apartadas del Estado tengan programas especiales, pero si se deja de lado otros lugares que son importantes para la economía del país, lo único que surgirá serán más paros agrarios.
En Boyacá, las soluciones han venido de la sociedad civil y una de estas ha sido COPABOY. Esta cooperativa de paperos de Boyacá, comercializa 30 variedades de papa que son poco usadas en los mercados[2]. Para asegurarse de tener mejores ingresos han creado dos programas importantes. Dado que si se comercializan estas variedades a grandes superficies hay una gran inequidad en las ganancias ya que los productores ganan sólo el 4% mientras los supermercados tienen márgenes de ganancia de casi 25% por carga[3], por eso decidieron aliarse con restaurantes como Wok, Harry Sasón, entre otros. Además decidieron usar semillas certificadas ya que por carga se gana cien mil pesos si se usan variedades de este tipo, mientras que sin esta estrategia un papero común gana veinte mil pesos por carga[4]. Si algo se puede aprender de este caso es que elegir al socio y buscar oportunidades de expandir el negocio es clave para crear un agro competitivo. Casi la totalidad de los alimentos del país (con excepción de los mercados locales) se venden en tiendas y supermercados, los cuales dejan poco margen de ganancia además de que no ofrecen tanta variedad como la que propone COPABOY. Es así que no es atractivo vender los productos en supermercados y por eso se buscan otros métodos de venta se ha estado imponiendo en las comunidades rurales.
El Acuerdo no contempla ninguno de estos aspectos ya que se centra en el derecho a la propiedad y no en cómo competir y ser eficientes. De estos puntos tocados, sólo se contempla en la página 25 proteger las semillas ancestrales y a lo largo de la parte rural se habla de la soberanía alimentaria[5]. No se está sugiriendo que se cree una estrategia sector por sector para volverlos joyas de la corona ya que sería interminable y difícil de implementar, es necesario apoyar iniciativas como COPABOY. Para evitar seguir abriendo hueco fiscal en el gasto público, se podrían usar herramientas de financiación alternativas como donaciones con premios, convocatorias o herramientas populares hoy día como el crowdfunding donde las personas donan a un proyecto sin pasar por entes financieros, donde el Ministerio de Agricultura presente sus proyectos en la página web y sólo sea dicho ente el intermediario para que el dinero vaya directamente a los productores. Los criterios deberían basarse entonces en que los proyectos contribuyan a la certificación de semillas nativas y a la seguridad alimentaria.
Para terminar, por oportunidades así donde ha habido poco interés por concretarlas, es momento de hacerlo y así se pueden usar las herramientas del Acuerdo para ayudar a comunidades que han sufrido de la negligencia del Estado. Incluso firmando todo lo que se quiera se ve que va a ser duro de implementar dada la falta de interés en algunas zonas y seguramente se seguirán teniendo paros agrarios.
Es bueno saber: ¿De dónde viene la ruana?
La ruana, muy usada en Boyacá tiene origen francés. La tela que se usaba para crearla era producida en la ciudad de Rouen (pronunciada ruán en español). Al buscar la tela en Boyacá, los boyacenses preguntaban por la tela ruana, que también se usaba para gorros y guantes. Eventualmente, se usó para los ponchos que usaban los muiscas que eran muy populares en el periodo colonial, por lo cual la prenda se llamó ruana al estar hecha de este material.
Fuentes
[1] Corporación Arcoiris. Estos son los 125 municipios del posconflicto según la ONU. Consulta en línea. Extraído de https://www.arcoiris.com.co/2015/01/estos-son-los-125-municipios-del-posconflicto-segun-la-onu/
[2] La Silla Vacía. El Rescato de las papas perdidas. 28 de Febrero de 2016. Recurso en línea. Extraído de http://lasillavacia.com/historia/el-rescate-de-las-papas-perdidas-53175
[3] La Silla Vacía. La papa que nos comemos. 16 de Diciembre de 2015. Recurso en línea. Extraído de http://lasillavacia.com/silla-llena/red-rural/historia/la-papa-que-nos-comemos-54884
[4] Ibid
[5] Mesa de conversaciones. Acuerdo final. Extraído de https://www.mesadeconversaciones.com.co/sites/default/files/24_08_2016acuerdofinalfinalfinal-1472094587.pdf