En la actualidad hay una tendencia cultural a la supervivencia la cual consiste en la búsqueda de una vida mejor y más prolongada, que consecuentemente está direccionada hacia hábitos saludables como el deporte y la alimentación sana y, por ende, el aumento en el consumo de frutas y vegetales se vuelve esencial (FAO, MinSalud, 2013). De este estilo de vida saludable han resultado tendencias hacia alimentos naturales, orgánicos, que tengan un aporte nutricional importante, que se diferencien en empaques y presentación, entre otros. Partiendo de esas ideas se puede decir que el mercado de los refrigerios tiene una oportunidad en los alimentos saludables como las frutas y las verduras, pero es fundamental no dejar de lado otros factores como el precio, la cultura, el estilo de vida, los gustos y las preferencias de los consumidores cuando se trata de escoger su refrigerio.
A entender el comportamiento del consumidor con respecto a los snacks, Nielsen realizó un estudio en el 2014 el cual encontró que los principales motivos para comer refrigerios son: compartir con familia/ amigos, satisfacer un antojo, calmar el hambre, impulsar la energía y la nutrición. Es decir que los snacks tienen una connotación funcional importante para los consumidores, ya que satisface necesidades conocidas y buscadas por el consumidor. Esto también se evidencia en los 10 refrigerios más mencionados por los encuestados: 1. Yogurt, 2. Queso, 3. Helado, 4. Chocolate, 5. Fruta fresca (…) 9. Vegetales. La funcionalidad de estos productos está en la facilidad que brindan los empaques para portarlos, en el tamaño de las porciones, en la facilidad de acceso por su distribución masiva y en los objetivos nutricionales de consumirlos. Por otro lado, los atributos relacionados con sabor y textura también son fundamentales para el criterio de selección de productos. De los colombianos encuestados, 82% consideran muy importante que los alimentos sean frescos, el 78% que tengan buen sabor, el 56% masticables y el 49% crocantes. Así mismo las características nutricionales tienen un valor significativo, el 49% busca refrigerios bajos en azúcar y grasa, el 47% bajo en sodio, el 44% bajo en calorías, el 60% alto en fibra y el 51% alto en proteína.
Ahora bien, cuando se trata del precio, en Colombia las frutas y verduras varían su comportamiento elástico dependiendo del nivel de ingreso de la población, aunque a nivel general se consideran bienes elásticos (FAO, MinSalud, 2013). Lo que significa que si su precio aumenta las personas comprarán menos cantidades y si su precio disminuye, la demanda aumentará, especialmente en sectores más vulnerables donde los ingresos son más bajos y, por consiguiente, son más sensibles a los cambios en el precio.
Analizando el caso de los refrigerios, estos se consumen en momentos del día que son limitados en tiempo debido a que generalmente se están realizando otras actividades; por ejemplo, durante el trabajo o sesiones de estudio. Esto se puede entender como una barrera o como una oportunidad para innovar en el sector de las frutas y verduras como snacks. Sería una barrera porque contar con poco tiempo tanto para cocinar, preparar o como para consumir dichos productos. No obstante, se puede girar la moneda y descubrir que hay que buscar la forma de empacar y presentar las frutas y las verduras de una forma práctica y llamativa para los consumidores.
Por tal motivo, surge una idea innovadora que da soluciona a varias necesidades del mercado, que no habían sido satisfecha antes por los otros productos de snacks, como las papas fritas, las tortillas de maíz fritas, el helado, el chocolate, entre otros. La solución son chips de vegetales! Actualmente hay algunas empresas en diferentes partes del mundo produciendo laminas fritas de remolacha, zanahoria y yucas. En Argentina está una marca llamada Nuevo Mundo y en España otra llamada Garijo Baijorri, en Estados Unidos está Terra, por mencionar algunas. No obstante, todas estas marcas venden productos fritos y muy similares. Es hora de explorar otros ingredientes y técnicas ¿qué tal unas laminas de calabacín, de ahuyama o de berenjena al horno? Incluso, pensando en el mercado colombiano que le gusta tener variedad en los sabores, se les pueden adicionar sales con sabor a limón, pimienta o porqué no curry.
En Colombia, anualmente se consumen 2Kg per cápita de snacks, los cuales han mantenido un crecimiento en el precio y en el volumen durante los últimos años (El País, 2014). Luego es hora de lanzarse, arriesgarse e innovar; hay que aprovechar las oportunidades antes que llegue una multinacional y tome el mercado.
Bibliografía
El País. (31 de 08 de 2014). El Pais. Recuperado el 06 de 10 de 2016, de http://www.elpais.com.co/elpais/economia/noticias/pasabocas-y-snacks-negocio-creciente-colombia
FAO, MinSalud. (04 de 2013). Osan Colombia. Recuperado el 6 de 10 de 2016, de http://www.osancolombia.gov.co/doc/Perfil_Nacional_Consumo_FyV_Colombia_2012.pdf
Nielsen. (22 de 10 de 2014). Nielsen. Recuperado el 06 de 10 de 2016, de http://www.nielsen.com/co/es/insights/news/2014/snacks-colombianos.html
Vogue. (01 de 10 de 2015). Vogue. Recuperado el 06 de 10 de 2016, de http://www.vogue.es/belleza/nutricion-dietas/articulos/por-que-son-sanos-los-chips-caseros-de-frutas-y-verduras-recetas/23746