Actualmente es posible encontrar artículos académicos y columnas de opinión acerca de las repercusiones que la sociedad del consumo global ha tenido sobre el planeta, y palabras que solían pertenecer a una jerga técnica son comunes en nuestro diario vivir. Efecto invernadero, calentamiento global, emisiones de CO2 son términos que cada día vemos en los diarios.
La comunidad internacional, soportada por innumerables organizaciones no gubernamentales dedicadas al cuidado del medio ambiente y la protección de las especies, ha comenzado a suscribir compromisos para el cuidado, la protección y preservación del medio ambiente y las especies. Alejándose de un objetivo altruista, la respuesta gubernamental a una serie de consecuencias que afectan a los más vulnerables como desastres climáticos, crisis alimentarias entre muchas otras, ha sido el embarcarse de manera activa en la creación de políticas para la sostenibilidad.
Acuerdos como el de la Diversidad Biológica (Nairobi 1992) a partir del cual Colombia crea las áreas protegidas (SINAP)y del cual diversos países del globo hacen parte, hasta acuerdos para la protección de áreas específicas como la convención para la protección y desarrollo del ambiente marino de la región caribe, suscrito en Cartagena de Indias en 1983, hacen parte del compromiso global que existe por el medio ambiente. Actualmente existen más de cien tratados suscritos por diferentes gobiernos y entidades gubernamentales de acuerdo a los registros del programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente (UNEP), que van desde áreas geográficas protegidas hasta pesticidas usados en la siembra.
A partir de la preocupación por dejar a las futuras generaciones un ambiente sostenible, los gobiernos desde el siglo XIX comienzan a proteger áreas geográficas críticas en cuanto a diversidad biológica y cultural. A partir de ese momento comienzan a crearse las reservas naturales, parques naturales entre muchas otras designaciones con las que se conocen estas áreas. Sin embargo no es preciso afirmar que es en este siglo donde surge el concepto de área natural protegida. Información histórica evidencia que ya desde el siglo tercero, en Asia, existían santuarios de vida salvaje (DevanampiyaTissa, rey de Sri Lanka), así mismo en otras partes del mundo como medio oriente y Grecia, regiones sagradas no podían ser afectadas por el hombre y debían ser preservadas y cuidadas, teniendo el efecto que actualmente tiene un área protegida. Yase daban los primeros pasos para lo que posteriormente se conocería como los santuarios naturales, en su momento protegidos bajo argumentos religiosos.
Las primeras reservas naturales conocidas como tal y protegidas bajo algún tipo de legislación datan de la primera mitad del siglo XIX , Alemania en 1830 bajo el mando del estado Pruso se crea la reserva natural en Drachenfels (Siebengebirge), en Alemania, posteriormente el parque Yellowstone de Estados Unidos, en el siglo XX es proclamando santuario natural. Ambos parques con el objetivo de preservación, es el gobierno Ruso soviético, en el parque’menskiizapovednik, que decide utilizar un área de reserva además de preservación, para su estudio en, esto sucede 1920.
Es claro entonces que los parques naturales, reservas y áreas protegidas han comenzado a hacer parte del diario vivir de los países occidentales en su historia reciente, y al igual que en Rusia su dinámica ha dejado de ser solamente de protección, y cada vez interactúan más en diferentes áreas. La academia cada vez se interna más en estas reservas para estudiar las especies y sus efectos con el clima, la economía que ha dado paso a la sostenibilidad y encuentran es estas áreas unidades de negocio como el ecoturismo para su crecimiento, dando paso finalmente a áreas de asentamientos que dan origen a la cultura de diversos sitios como es el caso de nuestro país y las rancherías Wayú de la zona norte. Los parque naturales continuaran siendo entidades vivas que interactúan con el medio y las sociedades actuales tendrán el deber interactuar con ellos.