Posteriormente se realizó una expansión de la ganadería por los departamentos de Bolívar, Guajira, Cesár, Valledupar y Magdalena principalmente. Años después se extendió dicha práctica en el resto del país. La ganadería llegó a Colombia para satisfacer una necesidad de alimentación de sus pobladores, especialmente el nuevo ejercito conformado por los colonizadores, pues en la América conquistada, la proteína animal provenía de especies silvestres que no podían satisfacer la demanda total.
Colombia era una ‘mina de oro’ para los conquistadores españoles, pues las extracciones de metales preciosos eran abrumadoras y representaban la principal fuente de ingresos dentro de la economía del Virreinato de la Nueva Granada. Por otra parte, la ganadería no era vista como una actividad económica rentable en zonas mineras, pero sí lo empezó a ser en zonas que carecían de riquezas en metales. Este fue el caso particular del Cesár y los Llanos Orientales a donde los animales llegaban por el Magdalena para el primero y por Venezuela para el segundo. La ganadería se convirtió allí en la actividad principal de los pobladores; y como pioneros iniciaron otros usos que podían aprovechar del animal, además de la carne: tales como los cueros.
Durante el siglo XVI, la demanda de carne bovina aumentó desmesuradamente, esto hizo que la ganadería se extendiera por todo el país. A partir de esta expansión se comenzaron a pensar en nuevos factores como: tipos de razas, clases de ganadería, zonas de población animal y logística de transporte y distribución del animal. Las razas que ingresaban al país eran traídas del antiguo Continente, especialmente de España. Dentro de las más destacables se encontraban: Gallega, Berrenda y Andalucía; que después de varias generaciones de cruces se fueron formando razas criollas. Aunque eran razas que se adaptaban muy bien al trópico Colombiano, no generaban el mejor rendimiento en otros tipos de ganadería a parte de la ceba, fue por eso que a principio del siglo XIX, iniciaron la importación de nuevas razas tales como: Normanda, Pardo Suiza, Holstein y Jersey; que contribuyeron considerablemente al mejoramiento del hato lechero colombiano. Con estas nuevas razas bovinas, se logró especializar cada región del país en una actividad distinta, por ejemplo, la Sabana de Bogotá se caracterizaba por tener lechería con animales de raza Holstein y Normanda, en cambio en zonas mas tropicales como los Llanos Orientales y la Costa Caribe las razas debían ser mas resistentes, y fue allí donde la raza Cebú, originaria de India, pero importada a Colombia del Brasil llegó a dominar en su totalidad la producción de carne en Colombia.
El proceso evolutivo de la ganadería ha marcado un sello dentro de la economía y cultura colombiana. Uno de los factores más importantes al cual se debe este desarrollo e importancia de esta actividad es a la agrupación y unificación de pequeños campesinos que impulsaban el desarrollo productivo de la actividad. Sin embargo, este compromiso de desarrollo se limitó hasta la ganadería extensiva ya que la inversión más grande era la tierra, no el animal como tal. Los bajos precios pagados por la carne, debido a que la calidad no ha sido una ventaja competitiva, explican que la tecnificación no haya sido la prioridad. Ésta requiere de altas inversiones que representan un riesgo que el ganadero aún no está dispuesto a correr.
De ahí que los dueños del hato colombiano deben dar un paso adelante para pasar de técnicas de época de la Conquista a procesos que generen mas tecnificación y rendimiento al finquero del país.
Twitter: stephie_go
Correo: s.gomez92@uniandes.edu.co
Bibliografía
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/febrero2012/ganaderiahttp://repository.urosario.edu.co/bitstream/handle/10336/2629/1047396260-2011.pdf?sequence=1
http://repository.urosario.edu.co/bitstream/handle/10336/2629/1047396260-2011.pdf?sequence=1