El desarrollo de la agricultura permitió el florecimiento de grandes civilizaciones, mientras que la domesticación de bovinos, porcinos y especies avícolas enriquecieron nuestras dietas y fuentes de alimentos, permitiendo ingerir proteína animal sin necesidad de migrar constantemente. No obstante, los océanos han funcionado como una despensa ilimitada la cual hemos explotado sin considerar las consecuencias. En la actualidad, es necesario que aprendamos a cultivar el océano de una manera sostenible y amigable con el medio ambiente.
Según la FAO[1] (2017), la población mundial se aproximará a los 10,000 millones de habitantes en el 2050, conllevando a un incremento en la demanda de alimentos. Sin embargo, la capacidad agropecuaria para alcanzar esta meta se ve comprometida, en el sentido de que la degradación de la tierra, la disminución del área cultivable y los efectos del cambio climático limitarán la productividad de estas fuentes, lo que nos llevará a buscar otras alternativas, por ejemplo, el mar.
El consumo de proteína proveniente del pescado alimenta aproximadamente a 1,000 millones de personas actualmente[2], no obstante, el 76% de las poblaciones de pescado silvestres se encuentran comprometidas. Esto ha llevado a desarrollar múltiples prácticas de piscicultura, es decir, la cría de peces en ambientes controlados para optimizar la producción, la alimentación y la protección de los depredadores. Actualmente, se estima que el 50% del pescado que consumimos proviene de granjas de peces.
En todo caso, la piscicultura marina tradicional, generalmente ubicada en ecosistemas frágiles costeros, ha sido fuertemente criticada por su alto impacto ambiental. Por un lado, muchas de las especies cultivadas no son nativas en las zonas de su cultivo, creando un riesgo inminente para el ecosistema local en caso de un escape accidental. Adicionalmente, el uso de pesticidas, químicos y antibióticos en las poblaciones comprometen la calidad del pescado y contaminan el entorno aledaño. Por otro lado, el excremento de los peces arrasa con los ecosistemas nativos, generando zonas anaeróbicas, además de que estos se encuentran expuestos a los desechos provenientes de las urbes costeras, afectando su salud y su calidad significativamente. En síntesis, la acuicultura tradicional nos ha permitido abarcar la problemática de la explotación de especies silvestres, sin embargo, conlleva hacia una serie de repercusiones medioambientales y de salud pública.
Debido a las complicaciones anteriores, una serie de iniciativas privadas han desarrollado una práctica conocida como la piscicultura de mar abierto, la cual fue inspirada en los bancos de peces naturalmente ocurrentes. La estructura que permite este método de cultivo se conoce como aquapods, generalmente siendo una esfera metálica compuesta por paneles triangulares de malla, las cuales flotan libremente en el mar abierto impulsadas por las corrientes. Dentro de estos se encuentran especies marinas pelágicas tales como el atún, la totoaba, la cobia, o el kampachi, muchas de estas constituyendo genuinas insignias gastronómicas.
Los beneficios de los aquapods no tienen precedentes. Por un lado, estos permiten la repoblación de especies amenazadas con una demanda existente, tal como la totoaba. Al criarlas de esta manera, no solo se satisface parte de la demanda por su carne, sino que se ayuda a repoblar zonas donde sus números han disminuido. Por otro lado, debido a que son especies nativas de la zona, el escape imprevisto no tiene repercusiones sobre los ecosistemas nativos. Adicionalmente, las jaulas se encuentran ubicadas en zonas donde la profundidad supera los 12,000 pies, lo cual implica un impacto nulo sobre la calidad del agua o los ecosistemas presentes. Más bien, las jaulas han demostrado ser un epicentro ecosistémico atrayendo diferentes especies silvestres y fomentando la creación de hábitats marinos. Adicionalmente, su forma esférica genera una ilusión de infinitudes, generando menos estrés sobre los organismos dentro de ésta, presentando un mejor recurso.
En síntesis, el uso de aquapods permiten el cultivo de peces en sus zonas naturales sin generar un impacto significativo sobre el medio ambiente, y provee un producto de calidad para el consumidor sin el uso de antibióticos y químicos perjudiciales para la salud. Con base a esto, los aquapods nos presentan una solución viable para la piscicultura tradicional, la cual se caracteriza por su impacto negativo en los ecosistemas. Sin embargo, esta industria se encuentra en una etapa prematura, por lo cual no se encuentra exenta de problemas. No obstante, varías empresas han dedicado sus esfuerzos y recursos en el desarrollo de este tipo de proyectos. Entre estas se encuentra la pionera Ocean Farm Technologies, InnovaSea, Cuna del Mar, Open Blue, y Blue Ocean, entre otras.
No obstante, a pesar de los beneficios que conlleva esta práctica, debemos continuar innovando. El desarrollo de este tipo de tecnologías nos entrega herramientas para las soluciones a las problemáticas actuales. Los aquapods comprenden un medio para acatar los problemas de la crisis alimentaria, dejando a un lado los temas que conciernan el cambio climático y la contaminación marina. Sin embargo, fusionar tecnologías existentes con este tipo de iniciativas permitirá expandir el alcance de estas tecnologías. Por ejemplo, utilizar este método de piscicultura para generar energía a través del movimiento natural de las corrientes, o utilizar las concentraciones de alga sobre las jaulas para producir biocombustible son tan solo algunas de las ideas tangibles para nuestro futuro.
14 de febrero de 2018
Referencias
Leschin-Hoar, C. (23 de marzo de 2012). The big blue: Can deepwater fish farming be sustainable? Grist, recuperado de https://grist.org/food/the-big-blue-can-deep-water-fish-farming-be-sustainable/
Waite, R. (4 de junio de 2014). Sustainable Fish Farming: 5 Strategies to Get Aquaculture Growth Right. World Resources Institute, recuperado de http://www.wri.org/blog/2014/06/sustainable-fish-farming-5-strategies-get-aquaculture-growth-right
Cousteau, J,M. (14 de marzo de 2014). The Future of Sustainable Fish Farming. Jean-Michel Cousteau’s Ocean Futures Society, recuperado de http://www.oceanfutures.org/news/blog/future-sustainable-fish-farming
Butterman, E. (15 de agosto de 2015). A Fishy Engineering Innovation. ASME, recuperado de https://www.asme.org/engineering-topics/articles/technology-and-society/a-fishy-engineering-innovation
Bastyara, G. (julio 31 de 2015). Free-range Fish Farming. Atlas of the Future, recuperado de https://atlasofthefuture.org/project/aquapod-fish-farm/
[1] Food and Agricultural Organization of the United Nations
[2] Organización Mundial de la Salud