Este documental estremeció al mundo entero en el año 2006, ya que proyectaba una clara imagen de como los seres humanos estábamos destruyendo el planeta tierra en los últimos años. Esta destrucción se atribuyó a un aumento constante de dióxido de carbono en los últimos años, principalmente producido por emisiones de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas. Luego de esto, se creó conciencia mundial sobre el problema y en la mayoría de países del mundo se intentó disminuir el consumo de combustibles fósiles con el fin de detener el acelerado calentamiento global. Sin embargo, en el año 2014, otro gran documental llamado “Cowspiracy: The sustaiability secret”, expuso una idea que pocos imaginaban, y que hoy en día solo algunos conocen. La mayor fuente de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global, es la ganadería industrial.
El sector ganadero es el sector agrícola con mayor crecimiento en el mundo, suponiendo más del 40% de la producción agrícola global. Además, año tras año el mundo entero consume más carne y productos derivados de los animales, incrementando la demanda ganadera de manera abismal. Sin embargo, estos datos implican unas consecuencias catastróficas para el medio ambiente, ya que según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el sector ganadero genera más gases efecto invernadero que la producción de dióxido de carbono en el sector de transporte. Además de ésta devastadora producción de gases generada por la ganadería industrial, la deforestación de selvas y bosques, el desmedido consumo de agua, y la erosión de los suelos ganaderos son otros efectos colaterales causados por el sector ganadero, que están acabando con el planeta.
Primero, los gases efecto invernadero producidos por la actividad agrícola son el gas metano (CH4), el amoniaco (NH3), y el óxido nitroso (N2O). Estos gases son producidos principalmente por el excremento de los animales, el momento en que mastican su alimento, y los gases expulsados de su cuerpo. Según un informe de la FAO, realizado en el año 2015, la ganadería industrial es responsable del 51% de la emisión de gases efecto invernadero, generando más de 600.000 millones de litros de gas metano diariamente.
Segundo, el desmedido requerimiento de fuentes de agua para la producción ganadera también es un tema preocupante para la conservación del planeta. En la actividad ganadera se necesitan 9.400 litros de agua para producir 500 gramos de carne de vaca y 3.700 litros de agua para producir 3,7 litros de leche. Según estos datos la ganadería es la responsable del consumo de entre 20% y 33% de toda el agua potable del mundo, cifra que asusta a la humanidad teniendo en cuenta la acelerada disminución de fuentes hídricas en los últimos años.
Tercero, la deforestación de bosques y selvas, junto con la erosión de los suelos usados para el pastoreo, son factores que contribuyen enormemente al calentamiento de la atmosfera. Según datos de la FAO, la desertificación mundial es debida en un 70% a la actividad ganadera, mientras que un 40% de la parte habitable de la tierra está ocupada por actividades relacionadas a la actividad ganadera. Un claro y cercano ejemplo lo vivimos en la selva amazónica, presente también en Colombia donde la deforestación ha acabado con una inmensa parte de la selva, llamado el pulmón del mundo, que poco a poco ha dejado de respirar. (aquí podemos remitir un link con un artículo de ANEIA que habla sobre el amazonas).
Finalmente, hoy en día organizaciones como World Watch, la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, la Organización Mundial del Agua, Science Magazine, International Business Times o National Geographic piden a gritos el cese del enorme crecimiento en la ganadería industrial, y presagian graves consecuencias que pueden hacerse evidentes en los próximos 50 años. Sin embargo, al igual que con el consumo de combustibles fósiles, la responsabilidad está en cada uno de nosotros. Éstas industrias pararán su crecimiento con solo el hecho de que la demanda de combustibles y el consumo de carne disminuyan. No es necesario generar nuestro cambio radical en nuestro estilo de vida para ayudar a detener el problema, pero mientras cada uno de nosotros cambie alguno de los hábitos y gustos, generaremos el cambio que el mundo necesita.
Bibliografía
Informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Años 2006 y 2015.
Documental “Cowspiracy: The sustaiability secret” (Kip Andersen)
Documental “The Inconvinient truth” (Al Gore)
La Ganadería y el Cambio Climático – Impacto Directo (Parte 1)