20 de Junio de 2016:
Siempre quise hacer algo que requiriera el uso de mis manos para crear algo artístico, pero no había encontrado qué me gustaba hacer. Nunca fui una niña que jugara con muñecas, y coloreara princesas, por el contrario, jugaba a desenterrar renacuajos del barro en las orillas de los lagos, pescar con las manos, hacer pasteles de piedras con decoración de flores, y hacerme lodoterapia. Mientras crecí, me alejé del mundo de La Finca. Nunca había extrañado tanto el contacto con la naturaleza como ahora, viviendo el estrés de estudiar una maestría en Economía general, que lo único que me muestra son cada vez cosas más intangibles e imaginarias. Fue así cuando tuve un impulso de buscar alguna actividad que me desconectara de los números, del estrés de la ciudad, de la vida acelerada, y que me sacara por momentos de mi propia cabeza. Fue en este momento que comenzó la aventura de crear una huerta, con el objetivo de tener en unos meses mis propias verduras y frutas que haya cosechado con mis propias manos, siendo consciente en qué tierra crecen y a cuáles fertilizantes e insecticidas están expuestas. Es así como surgió la idea de comprar semillas, sin siquiera saber cómo se plantan y en qué clima germinan. Compré 13 tipos de semillas de frutos diferentes: guayaba, granadilla, orégano, brócoli, pepino, coliflor, lechuga escarola, lechuga romana orgánica, rúgula, espinaca orgánica, zanahoria orgánica y no orgánica y berenjena.
El objetivo de este diario es escribir todas las enseñanzas que me deja la huerta, además de todas las dudas que me surgen día a día que paralelo al desarrollo de la huerta tendré que ir resolviendo. Hasta el momento he tenido las siguientes preguntas: ¿Cómo hacer fertilizantes caseros?, ¿Cómo hacer un insecticida natural que no perjudique la condición de mis frutas y verduras?, ¿Cuáles son todas las diferencias entre frutas y verduras orgánicas y no orgánicas?, ¿Cuáles son los materiales biodegradables que puedo utilizar para la huerta?, ¿Debo hacer rotación de cultivos en la huerta?, estas y otros interrogantes los iré resolviendo a medida que voy aprendiendo con el paso del tiempo.
Después de hablar con los asesores de Homecenter para el área de jardinería, decidí que utilizaría el método de almácigo para plantar todas las semillas, esto quiere decir que debo hacer semilleros. Hay muchas semillas que dicen en las recomendaciones del paquete que pueden ser plantadas directamente en la tierra de la huerta, sin embargo es mejor hacer también semilleros para estas semillas, ya que la lluvia, las piedras y los insectos de la tierra pueden perjudicar el crecimiento de las plantas. Además, por las condiciones naturales del medio ambiente, el porcentaje de germinación de las semillas en siembra directa es alrededor del 60% – 70%, por el contrario, la germinación en semilleros es alrededor del 80% – 90%. Al investigar hay varias formas de hacer los semilleros: con bolsas de plástico pequeñas, con semilleros de plástico (ver la imagen), y con cajas de huevo.
Yo he decidido utilizar las cajas de huevo porque uno de mis objetivos de crear la huerta es hacerla con la mayor cantidad de materiales biodegradables que no sean dañinos para el medio ambiente. Hay cajas de huevo hechas de papel cartón reciclable, 100% biodegradable que se puede descomponer en menos de un año. Asimismo, una de las ventajas de usar cajas de huevo, es que al trasplantar las plantas a la huerta se puede cortar cada cuadrito de huevo y plantar la caja en la tierra.
Hoy en día nuestra alimentación no solo depende de lo que cada uno de nosotros decidimos comer, ahora dependemos de todas aquellas personas que cultivan nuestras frutas, verduras y los animales que comemos. Así como ahora existe la técnica de engorde intensivo de ganado para que se minimice el tiempo de espera para que una res pueda ser consumida, también existen métodos químicos para que las frutas y verduras crezcan de manera rápida y dure mucho más tiempo el proceso de descomposición. A continuación, voy a explicar algunos de los procedimientos que utilizan químicos para modificar el proceso normal del cultivo de frutas y verduras.
La fumigación es parte fundamental de la huerta, ya que no permite que insectos se coman e infecten las cosechas. Sin embargo la fumigación en la mayoría de países se hace con dióxido de azufre el cual es tóxico pero es la forma más eficiente de fumigar. Japón y Estados Unidos han prohibido las importaciones de las cosechas tratadas con este químico, sin embargo, Colombia y el resto de países no lo ha hecho (FAO, 2015). El recubrimiento de la superficie de frutos como pepinos, tomates, pimientos, piñas entre otros, se hace con cera química para mejorar la apariencia y reducir la deshidratación de estos (FAO, 2015). Las naranjas, pomelos y mandarinas muchas veces tienen manchas de color verde en la piel aunque la calidad sea excelente. Para procesos de exportación, hay países que no aceptan que estos frutos tengan apariencia verde y se deben pasar por un proceso complicado en el cual en cámaras especiales controlando la humedad, ventilación y temperatura se les aplica etileno (FAO, 2015).
Desde hace muchos años atrás se ha usado la irradiación de rayos gamma en las cosechas porque esto prolonga el tiempo que se pueden almacenar los productos. Aunque la irradiación ha estado correlacionada con un brote en las papas en algunos países se ha seguido haciendo.
Estos y otros procedimientos se han estado controlando por diferentes entes, entre ellos la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y han tratado de evaluar cuáles son los mejores métodos para la conservación de frutos, sin embargo, personalmente considero que estas técnicas y otras que se han estado utilizando pueden tener efectos negativos en nuestra alimentación. Es por esto que creo firmemente en que la huerta aparte de que me va a ayudar a ahorrar a la hora de hacer mercado, es arte-terapia para el estrés y las preocupaciones, y es también una forma de promover mi salud y la de mi familia.
Bibliografía:
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2015. Manual para el mejoramiento del manejo poscosecha y frutas y hortalizas. Tomado de http://www.fao.org/docrep/x5056s/x5056S03.htm el día 20 de Junio de 2016.