Fuente Imagen: Hilandorecuerdos.blogspot
¿Será que estas preferencias prematuras impuestas por la sociedad han generado una discriminación temprana hacia labores especificas? Muchos se estarán preguntando qué es lo que quiero decir con todo lo anterior, pues esta página esta dedicada al sector agroindustrial, pero aclaro desde ya que en este articulo realizaré una introducción sobre la poca importancia que le han dado a la mujer en el campo y la ciudad en los últimos siglos.
Si nos remontamos a la época del imperio romano (siglo 27 A.C hasta el siglo 68 D.C aproximadamente), la mujer siempre se caracterizó por desempeñar un rol de vital importancia en la sociedad, desde ser la encargada de dar a luz a la humanidad hasta tener la capacidad de labrar la tierra, cultivarla y cosecharla con sus propios brazos. Sin embargo, la oportunidad de poder acceder a medios de formación académica en esa época era muy limitada, pues según su clase social dependían las labores y oportunidades para su vida. Por ejemplo, una mujer de clase media alta podía asistir al colegio hasta la edad de su matrimonio (entre los 12 y 17 años) y después tomaba un rol importante dentro de las decisiones de su hogar y ámbito cultural de la sociedad. Por otro lado, una mujer esclava no tenia acceso a ningún tipo de educación, lo cual hacia que su papel fuera mucho mas limitado en esta misma. A medida que se va avanzando en la historia, ubiquémonos en el siglo XIV, la mujer seguía dedicándose a la labores del hogar y trabajos manuales artesanales, que si bien son muy valiosos y representativos en una cultura, no siempre fueron vistos socialmente del mismo calibre de las actividades realizadas por el hombre. Fue entonces en el siglo XX, cuando la mayoría de los hombres de Europa estaban en batalla durante las guerras, las mujeres pudieron sacar a relucir sus habilidades y capacidades, empezando a tomar un rol diferente dentro de la sociedad. Ya no eran las personas incapaces de velar por un hogar, todo lo contrario, eran vistas como un instrumento útil en la vida laboral, aunque con salarios mas bajos, jornadas mas largas y condiciones menos favorables, lograron resaltarse en todos los aspectos como nunca antes.
Poniendo un poco más de cerca la lupa en Colombia y la situación de la mujer en el campo actual, esta población desempeña un papel primordial en la economía rural, no solo porque es un número representativo en mano de obra campesina (24%); que contribuye en gran medida a la erradicación de pobreza, cuidado con el medio ambiente, educación agraria, promoción del policultivo y comercialización de sus productos. Sin embargo, tristemente aun sigue habiendo alta discriminación y estereotipo de género que repercuten gravemente en el sector, impidiendo a un acceso equitativo de los recursos. ¿Por qué pasa esto? El Informe Nacional de Desarrollo Humano del 2011, menciona que las mujeres del campo colombiano por el hecho de ser mujeres sufren una triple discriminación: 1. Ser mujer; 2. Ser pobre y 3. Ser víctimas del conflicto armado. Adicional a esto, el gobierno tampoco ha instaurado políticas efectivas en donde la educación en el campo (para ambos géneros) sea considerada como un elemento básico y fundamental.
Indagando un poco más en las causas del problema, el reporte del censo nacional agropecuario en Colombia de 2015, menciona que el 20% de la población rural entre 5 y 16 años no tiene acceso a una educación básica y el 75% de los jóvenes que habitan en el campo entre 17 y 24 años tampoco han logrado llegar a la educación superior, ya sea técnica o universitaria. Con las anteriores cifras tan alarmantes, el gobierno debe hacer un seguimiento más riguroso a los programas de educación agraria, donde la población juvenil del campo continúe con el legado rural de sus ancestros de forma técnica y rentable, por medio en el cual permitan visualizar como una gran oportunidad de vida y no se vean obligados a migrar a ciudades que por falta de educación, empleo y recursos perpetúen en la extrema pobreza.
Hago un llamado a la sociedad, al gobierno y a todas las mujeres, mamás y no mamás, para que se promueva una educación en casa más igualitaria, un renuncio a los estereotipos de trabajo, una oportunidad para que las mujeres del campo logren tomar papeles más estratégicos y menos operativos, para que de esta manera comencemos una inclusión natural, y el género no sólo esté simbolizado con labores del hogar, que si bien son muy importantes, sino también como elemento fundamental de productividad y desarrollo sostenible de un país.
Twitter: @stephie_go
Bibliografía
- DANE. (14 de 03 de 2014). 3rcer censo nacional agropecuario. Recuperado el 03 de 02 de 2016, de Boletín No. 12: http://www.3ercensonacionalagropecuario.gov.co
- Pastor, C. A. (04 de 04 de 2011). IECAH, Instituto de estudios sobre conflcitos y acción humanitaria. Recuperado el 03 de 02 de 2016, de IECAH: http://iecah.org/web/index.php?option=com_content&view=article&id=1523:el-papel-de-la-mujer-en-el-mundo-rural&catid=34:analisis&Itemid=85
- Una dura radiografía del campo colombiano. (15 de 08 de 2015). Recuperado el 03 de 02 de 2016, de www.semana.com: http://www.semana.com/economia/articulo/campo-colombiano-en-la-pobreza/438618-3