Foto: Incendios devastadores en Australia Fuente: WWF
Hemos presenciado incendios incontrolables, extinción de diversas especies de animales, acidificación de los océanos, derretimiento de los glaciares, entre otras problemáticas, que reflejan la magnitud del impacto que el ser humano ha impuesto en la Tierra.
Foto: Derretimiento de los glaciares y su efecto en los animales que allí habitan. Fuente: Uniminuto Radio https://www.uniminutoradio.com.co/caos-climatico-por-el-derretimiento-de-los-glaciales/
Todo esto ha logrado poner en evidencia que la mayor amenaza para la vida en el planeta somos, efectivamente, los humanos.
La causa principal de estas problemáticas es el cambio climático, según la WWF “desde la revolución industrial la temperatura de la tierra ha incrementado de manera acelerada por el aumento de la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI).”
Cabe aclarar que según un reporte del IDEAM (2007), los gases de efecto invernadero principales son: el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (NO2), el metano (CH4), el ozono (O3) y el vapor de agua (H2O).
El exceso de estos gases en la atmósfera, derivados por actividades humanas como la quema de combustibles (petróleo, gas y carbón) y la demolición de bosques, son la causa más significativa del calentamiento global.
Esto debido a que esta concentración de gases atrapan el calor en la atmosfera y no permiten que salgan, causando así el calentamiento de la Tierra.
Foto: Diagrama que explica el calentamiento global. Fuente: Cambio Climático Perú http://icambioclimatico.blogspot.com/2018/04/el-efecto-invernadero.html
Actualmente estamos viviendo una coyuntura que muchos interpretan como un mensaje contundente al ser humano.
El COVID-19 nos ha demostrado que no somos todo poderosos, al revés, somos frágiles. También nos ha señalado la gravedad de la desigualdad de las sociedades, en las que tomar las medidas de prevención al virus es un lujo de pocos. Así mismo, ha sido un llamado a reflexionar sobre el efecto que nuestra actividad propicia en el planeta.
Desde que se empezaron a tomar las medidas de prevención contra el virus, siendo el aislamiento social la más relevante, las emisiones de dióxido de carbono han decrecido significativamente alrededor del mundo.
Según un reporte de la ONU (2020), un análisis realizado para Carbon Brief, las emisiones de CO2 se redujeron hasta un 25% en China durante 4 semanas. De la misma forma, ha habido una disminución en las emisiones de óxido nitroso, consecuencia de la reducción de la quema de combustibles.
Foto: Niveles de óxido nitroso en China a lo largo de la cuarentena. Fuente: NASA
Así mismo, en Italia, ha habido una tendencia gradual de reducción de alrededor del 10% en las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), según el Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico de la Unión Europea.
Foto: La contaminación en Italia en Enero de 2020 vs. Marzo del mismo año. Fuente: ESA datos del satélite Copernicus Sentinel-5P
Por otro lado, mientras los humanos se encuentran en aislamiento, la naturaleza sigue floreciendo. Los océanos vuelven a ser cristalinos y los animales vuelven a aparecer en lugares que habían abandonado hace mucho tiempo.
Alejados de nuestro ruido, es cuando se oye más que nunca al plantea Tierra y la vida que alberga rugir.
Foto: Deflines aparecieron en Venecia. Fuente: La Unión México https://www.launion.com.mx/blogs/viral/noticias/157116-video-los-increibles-efectos-de-la-cuarentena-en-venecia.html
De esta forma, nos damos cuenta de que cuando el mundo se detiene y el ser humano es obligado a quedarse en casa, los efectos positivos surgen rápidamente.
Llegó el momento de escuchar con atención el mensaje que estamos recibiendo, ya que el futuro de todos depende de esto. Está en nosotros reflexionar y replantear nuestras acciones cotidianas con el fin de garantizar un crecimiento sostenible.
Kate Raworth, economista de la Universidad de Oxford, plantea una teoría que pone en duda el entendimiento de crecimiento económico como lo conocemos. Plantea que una economía saludable debería estar diseñada para prosperar, no para crecer.
Sus argumentos ponen en tela de juicio ese supuesto de que para prosperar es necesario crecer, ya que muchas veces el crecimiento económico solo favorece a unos pocos en la sociedad y tiende a explotar el medio ambiente.
Foto: Diagrama de Kate Raworth que propone propsperidad antes de crecimiento. Fuente: World Economic Forum.
Se recomienda ver TED Talk de Kate Raworth: https://www.youtube.com/watch?v=Rhcrbcg8HBw&feature=youtu.be&fbclid=IwAR1va9Q2QGjQVsg_uif5QEou4-7V8vmw0LizKkD0Td7SNZMbyO_vzKQLR60
Su teoría conocida como el Donut, plantea unos límites sociales y planetarios, dentro de los que se deben diseñar los objetivos sociales, políticos y económicos. Los anillos plantean un lugar justo y seguro donde nos deberíamos ubicar para garantizar la prosperidad de todos en lo que queda del siglo.
El primer anillo representa los recursos esenciales que necesitan los seres humanos para vivir. Tales como los alimentos, el agua, la energía, la paz y la justicia, la educación y la salud, entre otros. Como se evidencia en el diagrama, actualmente, estamos lejos de que todos reciban estos elementos básicos para una vida digna.
Por otro lado, el segundo anillo, representa los límites planetarios existentes que deben ser respetados para una vida sostenible en la Tierra. Siendo estos un clima estable, océanos saludables y una capa protectora de ozono, entre otros, de los que depende nuestro bienestar.
Para esto, Raworth, propone diseñar sistemas de distribución justos, con el objetivo de compartir el valor de manera más equitativa entre todos aquellos que ayudan a generarlo.
Foto: Lucha contra la desigualdad mediante sistemas de distribución justos. Fuente: World Economic Forum
Al aterrizar esto al sector agrícola se pueden plantear distintos interrogantes que permitan re-diseñar y re-definir cuál es la ruta que este debería tomar.
Uno de esos interrogantes puede ser el rol de los pequeños productores y su retribución en el sistema actual. Esto debido a que muchas veces son quienes menos ganan, sin importar que sean los responsables de la producción.
Así mismo, valdría la pena cuestionar las producciones en masa de manera globalizada. Es sensato que yo en Colombia esté comiendo salmón producido en Chile? Vale la pena que yo en Bogotá esté comprando productos producidos en Estados Unidos? Será que el costo ambiental del transporte y producción de estos productos en masa si valen la pena?
Tal vez sería mejor producir y consumir a nivel local, de esta forma se estimula a los pequeños productores y se permite un uso apropiado y cuidadoso de la tierra. Haciendo posible que estos límites planetarios y sociales sean alcanzables.
Como estas hay muchas situaciones que debemos cuestionar y evaluar. Muchas veces la respuesta a estas preguntas no va a ser cómoda y seguramente este nuevo planteamiento trae consigo sacrificios que algunos no quieren concebir.
Sin embargo, lo único que está totalmente claro es que la sociedad no puede seguir montada en el mismo tren. No podemos seguir ignorando todas las alertas rojas que se manifiestan incansablemente de distintas formas.
Debemos estar dispuestos al cambio y enfrentarlo con entusiasmo, al verlo como una oportunidad de crear una sociedad equitativa y cuidadosa con el medio ambiente.
Fuentes:
WWF (S,F). ¿Qué es el Cambio Climático?. Extraído de:
IDEAM (2007). INFORMACIÓN TECNICA SOBRE GASES DE EFECTO INVERNADERO Y EL CAMBIO CLIMÁTICO. Extraído de:
http://www.ideam.gov.co/documents/21021/21138/Gases+de+Efecto+Invernadero+y+el+Cambio+Climatico.pdf
ONU (2020). La cuarentena por el coronavirus mejora la calidad del aire, pero no sustituye la acción climática. Extraído de:
https://news.un.org/es/story/2020/03/1471562
World Economic Forum (S,F). Conozca el Donut: una revolución en el pensamiento económico sobre la desigualdad. Extraído de:
Kate Raworth (2013). Doughnut Economics.