Para mostrar la influencia de la arriería en Colombia debemos situarnos en Antioquia, cuna de esta actividad y región donde se desarrolló una importante actividad industrial y comercial durante el siglo XIX. En esta región hubo un importante desarrollo minero durante el siglo XIX, durante la Colonia la riqueza aurífera dio base a los asentamientos de la región, pero una vez los españoles abandonaron la actividad, los habitantes de la región emprendieron la búsqueda de nuevos yacimientos y consolidaron nuevos asentamientos con la necesidad imperiosa de construir caminos para abastecerse y sostener a los trabajadores de las minas y, asimismo sacar la producción de oro.
Tomado de: http://www.olemiarte.com/usuarios/beatrizeh/gallery/my-galleries/acuarelas/arriero-2
El empuje de la minería durante esta época reforzó el crecimiento del comercio, pues los habitantes de estos asentamientos necesitaban bienes básicos y tenían poder adquisitivo por su trabajo, los comerciantes aprovecharon esta necesidad y se valieron del arriero para poder suplir estas poblaciones y asimismo obtener oro como pago. A medida que estos asentamientos crecían, se constituía un mercado dinámico dando origen a las fondas o tiendas, las cuales tenían todo tipo de artículos para los trabajadores. Como se mencionó anteriormente, las fondas se sustentaron en los arrieros para obtener todas las mercancías necesarias y la minería para conducir el oro hacia los caminos de la exportación para pagar nuevos artículos para comerciar. En este sentido los arrieros siempre tenían carga que llevar, de camino a los pueblos las mercancías para las fondas y de vuelta el oro para exportar. Durante esa época el oro era prácticamente el único producto de exportación de la región antioqueña, por su alto valor le dio a los habitantes una alto poder adquisitivo, por tanto los comerciantes tenían la capacidad de importar todo tipo de artículos y tenían quien se los comprara[1].
German Ferro aporta ideas que ejemplifican la importancia de los arrieros para el desarrollo de estos dos sectores de la economía: “Los medios para adelantar la difícil comunicación serian los caminos y el transporte que posibilitó el movimiento, ya fuese de abastecimiento o el sacado del oro, lo efectuaron los arrieros en mulas. Los primeros caminos fueron trazados ante la necesidad de comunicar los distritos mineros con zonas agrícolas o con salidas a los ríos Magdalena o Cauca, para la exportación del oro. El arriero y el pequeño comerciante se confundieron en un solo concepto: vinieron generalmente del oriente antioqueño, transportaban mercancías, abastecían pueblos con productos alimenticios e importados. Viajaban con sus recuas de mulas o bueyes, asumiendo independientemente sus riesgos, su trabajo y, por lo general, recibían el pago en oro.”[2] El arriero y la mula fueron determinantes para la consolidación de la minería y el comercio, las mulas fueron las encargadas de soportar el peso de la expansión de estas pequeñas poblaciones alrededor de las minas y el arriero fue quien guio el destino de estas poblaciones. Por otro lado, la arriería permitió la acumulación de capitales que finalmente originaron mayores emprendimientos por parte de la casta de comerciantes que se enriquecieron de las poblaciones mineras, de ahí surgieron iniciativas como el ferrocarril y la mejora de los caminos para aumentar y mejorar el comercio con todo el país.
Continuaremos profundizando en este tema abordando las principales rutas de la arriería y conoceremos de cerca cómo era ser un hombre dedicado a esta actividad en aquellos tiempos. Desde ANeIA queremos dar un amplio reconocimiento a esta actividad y resaltar la importancia de la mula como antesala al desarrollo de los equinos tal y como existen hoy.
@alejandrolugoc
Bibliografía
FERRO MEDINA, Germán. A Lomo de Mula. Bogotá: Bancáfe, 2004.