Un día luego de clase, me sentía particularmente agotada y débil, él sacó algo de su mochila y me pasó un par de hojas secas, “introdúcelas en tu boca y déjalas impregnar de saliva”me dijo. Hice como me dijo y me las puse al interior de la mejilla, tenían un sabor amargo y fuerte. Luego, cogió un par más e hizo lo mismo. Me pasó una pequeña bolsa que siempre cargaba consigo, en ella tenía más hojas de coca secas, tabacos y unos frascos llenos de mezclas y polvos. Señalando cada uno,comenzó a presentármelos por susnombres“Mambé, ambil, rapecito, esto es mi medicina”. Me pareció raro escuchar el afecto y respeto con el que mencionaba cada mezcla. Me logró cautivar y algo en mí despertó, era un sentimiento de eureka, de que por fin estaba acercándome al camino por medio del cual iba a prender lo que había venido a aprender.
Comenzamos a hablar sobre la vida, la muerte, las muchas formas de existencia y su significado. No puedo negar la felicidad que emanó de mi interior, “qué bonito ver como alguien pone en palabras lo que creí eran mis pensamientos más profundos” pensé. Comencé a aprender un poco más sobre aquél alimento que no sólo es para el cuerpo físico sino para el alma. Para la cosmología indígena, cada planta se caracteriza por tener energía masculina o femenina, y cada una ofrece un remedio especial. Aprendí a ver el tabaco y la coca con otros ojos, a no asociarlos al cigarrillo y la droga (un sesgo imperante dentro de nuestra sociedad).
Aprendí que el tabaco es una planta con energía masculina de gran relevancia para nuestras tribus debido a que es utilizada en la mayoría de rituales y ceremonias sagradas. El abuelo tabaco,-término afectivo con el que hacen referencia a él-, limpia la mente y la palabra, además sirve como protección para la persona que lo consume. El tabaco unifica a las personas, les ayuda a expresarse y a decidir mejor. Usualmente se fuma o se muele. El tabaco en polvo es conocido como “rapé” el cual se sopla a través de las fosas nasales por medio de un tubo con forma de L. Puede ser puro o se mezcla con otras plantas y cada mezcla tiene su vibración, propósito y efecto especial en el campo energético de la persona. Todos reaccionamos de forma distinta, incluso nuestras propias reacciones varían en cada ocasión. Esta medicina ayuda a realinear la energía del cuerpo, a conectarnos de mejor forma con la tierra, nos purga purificando las fosas nasales y eliminando toxicidades del cuerpo, la mente y el campo energético.
Al conectarnos mejor con nuestra respiración, nos conectamos mejor con el flujo de la vida. El rapé es un maestro fuerte, muchas personas suelen vomitar, marearse o sentirse débiles, pues las energías o toxicidades del cuerpo físico y mental están siendo expulsadas. Sin embargo, gracias a él se respira de una forma profunda y sensible. Es una gran alegría sentir la conexión con el entorno. Debo decir que sólo hasta aquel momento en el que lo experimenté por primera vez, verdaderamente comprendí y sentí qué tan conectados estamos con nuestro entorno. Se siente como un renacer, como si llenáramos nuestros pulmones de vida por primera vez.
El ambil por otro lado, es una pasta líquida hecha a base de tabaco. Las hojas frescas de tabaco se ponen a hervir en agua pura por casi un día, se puede mezclar también con otras sales u hojas. El ambil se suele consumir con la hoja de coca seca o mambé, que es un polvo que se obtiene al tostar y moler la hoja de coca y mezclarla con ceniza de yarumo. La unión de ambas plantas, el tabaco y la coca, representa la unión sagrada de la energía masculina y femenina. El ambil ayuda a realinear los chakras1, aterrizarnos emocionalmente y energizarnos de forma positiva al estimular la reflexión interna. Se consume introduciendo la punta del dedo meñique dentro de la pasta, pues éste dedo simboliza la humildad, luego se frota la mezcla sobre las ansías, dientes o lengua revitalizando y energizando a la persona que lo consume.
En lo poco que llevo en éste camino he comprendido que el tabaco y la coca son alimentossagradosque debenprepararse y consumirse con sabiduría, amor y respeto. Hacen parte de ceremonias sagradas que merecen profundo respeto como lo es la toma de yagé; un verdadero viaje al interior del Universo y del propio ser. Soy consciente de lo poco que conozco y de la infinitud que me falta por aprender -y desaprender-. Sin embargo, hallo relevante compartir ésta cosmología ya que algunas de las plantas que son percibidas de forma negativa por nuestra sociedad, para las tribus originarias de éste territorio son alimento sagrado. Para mí, ésta cosmovisión tan rica y llena de significado merece ser rescatada e interiorizada, pues creo que es importante no olvidar nuestras raíces.
1 Los Chakras son centros de energía en nuestro cuerpo los cuales unifican los 3 pilares de nuestro ser: la mente, el cuerpo y el espíritu. Cuando hay un desbalance o un bloqueo de energía en los chakras la conexión de nuestro cuerpo, mente y espíritu entra en desarmonía conllevando a falta de energía, de propósito o enfermedades de todo tipo. Cuando hay alineación de los 7 chakras hay armonía en los 3 pilares, nos sentimos enérgicos y con propósito, hay claridad y sentido en lo que hacemos e irradiamos energía positiva.