CORARIARI, conformada como Asociación de Segundo Nivel, busca apoyar el desarrollo social y económico de la cuenca del río Ariari y la región de la serranía de La Macarena como parte integral de una perspectiva de desarrollo sostenible en la comercialización de productos que sustituyen los cultivos ilícitos del departamento del Meta. En diferentes convenios, se trabaja de manera unida con los líderes de las asociaciones descritas, instituciones gubernamentales, inversionistas internacionales y el apoyo logístico y educativo de estudiantes de pregrado y posgrado de la Universidad de los Andes.
La oferta láctea actual de CORARIARI (Corporación Agropecuaria Láctea del Ariari y la región de la Macarena) es de 70.000 litros/día con la proyección de multiplicar por 7 en 5 años. La comercialización de leche y derivados lácteos en la región beneficia a más de 500 pequeños productores asociados en distintos niveles de la cadena productiva incluyendo la producción primaria, acopio, industrialización, transporte, comercialización, insumos y servicios y consumo.
Para mayor información sobre la oferta láctea y convenios de comercialización de leche, por favor contacte a:
Adriana Bermúdez, Presidenta CORARIARI
Teléfono: 3132520746
E-mail: labg_29@hotmail.com
ANTECEDENTES DEL PROYECTO
La Macarena es una región del Departamento del Meta (Colombia) que experimenta dificultades en la seguridad proveniente del conflicto armado entre guerrilla, paramilitares y las fuerzas armadas. La región incluye los municipios de Vistahermosa, Puerto Rico, San Juan de Arama, Puerto Lleras, Castilla, Granada y Mesetas. Para la guerrilla la zona tiene alto valor estratégico / operacional, alto valor simbólico / histórico y alto valor económico / logístico. Para el Estado, la región es militarmente recuperable con las posibilidades de lograr resultados que generen impacto en un tiempo razonable, se convierte en una zona consolidable y es un área donde convergen y se pueden alinear diferentes fuentes de recursos. Por lo tanto, existen esfuerzos para la recuperación de la seguridad territorial, la protección ciudadana y el desarrollo institucional, económico y social (Balcazar, 2010).
El territorio está dividido en zonas rojas de alta peligrosidad, zonas amarillas de transición y zonas verdes, recuperadas recientemente. En esta última existen procesos de institucionalidad por parte de organismos nacionales e internacionales. Adicionalmente, la Macarena es una zona de alto valor ambiental con tres parques naturales. La Sierra de la Macarena es uno de los más importantes y ocupa la mitad del territorio. Desde 1989, se tiene como un área de manejo especial con regulación normativa específica. Por sus características geográficas, topográficas y ambientales, el territorio permite, dentro de otras actividades productivas, el desarrollo de la industria agropecuaria y ganadera de alta calidad. Sin embargo, presenta grandes dificultades en materia de titulación de tierras, sensación de seguridad personal, generación de credibilidad, mecanismos de cooperación, limitada cultura empresarial, sentido de colectividad y pertenencia, y un reducido reconocimiento en el ámbito local y/o internacional.
Estas circunstancias hacen que se requiera una visión de largo plazo orientada a la transformación de la región de manera sostenible en los aspectos económicos, sociales y ambientales. Esto implica un plan de desarrollo a través de iniciativas públicas con recursos del Estado, de instituciones internacionales, de la empresa privada que aseguren que su población permanezca en el territorio de manera productiva bajo parámetros lícitos, y por supuesto de los aportes desde lo académico.
Según el Proyecto Progreso, en los siete municipios que componen la región, se encuentran cadenas productivas asociadas a la ganadería, en particular a la cadena láctea, al plátano, la yuca, el cacao, la caña de azúcar, la miel, el caucho y el café (Llano, 2010). Así, en los últimos tres años se encuentran más de ciento ochenta proyectos con inversiones superiores a los $22.000 millones con participación de la comunidad, las alcaldías, la gobernación y diferentes proyectos.
Por otro lado, la globalización del comercio de alimentos y la necesidad de obtener competitividad establecen exigencias en la calidad de los alimentos que se producen. Dado que la cadena láctea, cacao y de café son las más representativas en términos de avances y logros, algunos estudiantes de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes llevan a cabo consultoría como parte de sus proyectos de grado a nivel de Maestría.
En este sentido, el proyecto de grado de MBA llamado “Fortalecimiento de la cadena productiva láctea de la región de La Macarena” encontró, entre otros avances, que algunos factores determinantes para la gobernabilidad son la generación de confianza, credibilidad, reconocimiento, estímulo a la cultura empresarial, niveles de cooperación, generación de compromiso interno y externo, sentido de colectividad, titulación de tierras, generación de valor agregado, organización de cadenas productivas, mejoramiento de aspectos técnicos y capacidad financiera. Asimismo, independiente del producto/servicio derivado de la región, es relevante concebir un mecanismo atractivo que permita generar valor tanto para la oferta como para la demanda en el largo plazo.
Además, los elementos más determinantes que inciden en la calidad de la leche como materia prima para otras empresas son la genética, la productividad, higiene y sanidad. La leche de la región de La Macarena tiene el enorme potencial de incrementar las condiciones socioeconómicas de sus habitantes al ser un producto con una alta demanda como alimento básico para consumo inmediato o en sus formas derivadas. La calidad de una leche, la cual contiene un elevado contenido de sólidos totales y un balance adecuado entre grasa y proteína, permite el desarrollo de la industria láctea a nivel local. Estas cualidades brindan una ventaja competitiva con respecto de las leches producidas en la Sabana de Bogotá, haciéndola óptima para la industrialización de derivados contribuyendo así a la nutrición y alimentación de los colombianos.